Page 34 - Centenario
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 yos iiorlranicrii aiios. reparlio \ivcics y lopa cn la l)arr!ada del Ccrro, una dc las mas ncccsilaclas.
l.a priiiicra Religiosn cuLana fiie la Madri; Jus- lii'in La\'. -Xacida cn Saiiliago de Cuba, se distin- yiiio dcsde joveii j)or su dulzura y madurez. Ha- l)iendo contraido malrimonio y enviudado i)0C0 des- pucs, detidio ronsagrar sii \ida a Dios. i)cro tii\o quc cspernr once anos para realizar sus deseos dc vida rt-ligiosa, enlrando cn cl Sagrado Corazon.
Desde el principio dio muestras de gran virtud y
sentido practico por lo que fue nombrada Superiora
aun siendo aspirante. Fue una de las primeras Su-
perioras de La Habana y tuvo que luchar con la es-
casez de espacio, de personal y Iiasta de viveres v
medios materiales, pero supo afrontarlo todo con se-
renidad y buen juicio asumiendo todas las respon-
.^abdidadcs, desde Superiora hasta despensera y en-
lerniera. prodigandose a fodos y a todo con genero- siclad.
I^a Rvda. M. Micaela Fesser, una de las prime- ,-as religiosas cubanas. Superiora en el Cerro le toco edit/car .a casa y la capilla e inaugurar la escuela gratuita. Luego Superiora tambien en Tejadillo, ter- mmo sus dias ya a edad muy avanzada en el Cerro, oculta a las miradas del mundo y solo atenta a las
de )J;os con esa sencillez de miras con que dedicaba toda Gu energi'a a agradar solo a Dios.
La Ryda. Madre Amelia Duplessis, de trato ama- ble y dulce que sabia atraer a las almas a la dulce cle\ocfcn del Sagrado Corazon.
La Rvda. Madre Isabel Batista. Vicaria en Cbile y que aunque poco tiempo en Cuba, dejo ejemplo de su gran fortaleza y sus virtudes.
La Madre Angeles Alentado a quien queremos mencronar por ser otra de las primeras religiosas cu­ banas pero vivio mas en el extranjero que en Cuba.
La Rvda. Madre Matilde Moreyra, por tantos
anos Superiora y Vicaria, tan querida de todas. Con
su delicada prudencia estaba al tanto de todos los
problemas y sabia decir la palabrita oportuna qae
alore horizontes o endereza criterios, Fue una gran
prornotora de las obras de las Antiguas Alumnas y las nijas de Maria.
La Rvda. Madre Adolfina Batista que tantos re-
ruerdos nos dejo, lanfo como maestra de clase, como
despues de Superiora. Nos bizo apreciar la rectitud
y el amor al deber y al estudio, usando siempre la
razon. Se ocupo mucbo de las Antiguas Alumnas
en el L,erro y siempre enconlraba tiempo para escu-
charnos. alenlarnos y ayudarnos en las lucbas de la vida.
Alffunas recordaran lodavia a la Madre Mo- jarneta qu.' lue durante muclios anos encargada dc la vjbra (ic los 1anernaciilos.
y alegre supo alraerse a las cubanas e imprimir en sus niiias los grandes ideales y principios, guia de la vida crisliana. Era una gran psicologa y direc- lora de almas y mucbas aun conservan sus consejos y recucrdan los pensamientos y maximas con que las alentaba en sus anos de formacion y que les sirven boy dc guia en los mementos dificiles.
La Madre beret que csluvo 21 anos en Cuba, fue mucbo tiempo Maestra General en Tejadillo, for- mando a tantas en la Piedad, el deber y el orden, caracteristicos de la Sociedad. Logro inculcar en las almas la devocion al Sagrado Corazon, a Mater y a la Sta. Madre que son los focos de luz de la Piedad que se nos infunde en el Colegio.
La Madre Matilde Diago, que ya ciega, recorria con paso lirme los vericuetos de la casa de Tejadillo, se encargaba de la porteria y cosia con unas agujas especiales que se ensartaban por medio de un re- sorte. Nunca se le oyo la mas ligera cfueja o alu- sion a su ceguera y aun bacia comentarios de quien posee la vista, ayudandose de sus otros sentidos para percatarse de ciertos detalles que pcrmitian estar en coritacto con sus semejantes, rasgo tan propio de la Rcligiosa Apostol que se acerca a las almas para acercar las almas a Dios.
La Madre Perez que fue fundadora de Tejadillo y alli vivio tantos anos. Mucbas la recordaran, siem­ pre atareada ensenando a las pequenas y preparan- do las labores, en las idas y venidas de la Porteria de Tejadillo, siempre activa y acogedora.
L^n recuerdo especial para todas nuestras maes- Iras francesas. iQ u ie n no recordara con especial afecto a esas Madres que vinieron de Francia cuan- do tuvieron que cerrar alia las casas religiosas? Las Madrcs Bachelier, des Contes, Chavet, de Saint- Quentin, Duriez y otras. Ellas nos trajeron un po­ co de ese espiritu del Sagrado Corazon que siendo tan universal tiene algo de muy Frances. Esa pie­ dad sencilla, ese amor al deber y a la cultura, esa organizacion y orden. Por otra parte, con beroico desprendimiento, al renunciar a su patria parecia como que basta ya la olvidaban y no lograbamos en nuesira curiosidad de ninas averiguar de que parte de sy pais procedian. Ellas con su inagotable pa-
nencia. conlribuyeron a formar nuestro espiritu.
Enlre las Madres francesas, merece especialisima mencion la Rvda. Madre Eduuigis de Caima, desig- jiada^ya de aspirante- para fundadora de Mexico. Dc alb nos vino, cn 1803, para ser Maestra General del Cerro y, anos mas tarde lo fue de Tejadillo, basla 1017. Las ninas t(uc pasaron por sus manos rcconoccn (|uc era una educadora segun el ideal
1V \ Sofia y un corazon de exquisita (u'licadraa, quc sabia quercr liernamenle. con tal dc (|(ic N. Scf.oi- iuvicra cl primer lugar”. Superiora al misnio tiempo (desde 1806), fuc nombrada pri- meia \icaria de las Aniillas. cuando en IQII, se lormo esia vicaria, separandola de Mcxico. Con cxquisila prudcncia snpo sorlcar las especiales difi- culladcs del gobierno de una provincia, que luego se
Ira
La Madre Rulieclge, duranle algunos anos Maes- -cncral del Cerro, t/uc con su caracler enliisiasla



























































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