Page 72 - Centenario

Arriba de izquierda a de- recha: Carmen Freyre de Lamadrid y Rosa Sardina de Mazorra.
Abajo de izquerda a dere- cha: Margarita Azcarate y Elodia Sorzano de Villalon.
Del mismo moclo que hoy tomamos de la mano a nuestras hijas para llevarlas al ' Sagrado Cora zon”, sin siquiera vacilar un instante al momento tie elegir el lugar clonde liaLran cle ser educadas, nos tomaron una vez a nosotros nueslros padres, con la conciencia cierla de que no podian escoger, para lograrlo, ningun olro sitio mejor.
Porqiie en el “Sagrado Corazon’’ no solo se culliva la intellgencia, sino que se educa. Se im- parte, si, los conocimienlos que nulren el avido inleleclo, pero adeinas se iornria cl criterio y se crea una volunlad capaz, I'uerte, con duclilidad, que jamas se quiebra.
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Y se da un senlido a la vida, y se aprende a en- juiciarla tomando en cuenta los verdaderos valores,
la esencia de las cosas y su concepto eterno.
Pero esta laboriosa encoinienda no se realiza solo en los dias de la niiiez y adolescencia. Es algo que ccliando sus raices enlonces, se prolonga a traves de la vida loda. Al graduarnos de bacKiller, nos creia- mos graduadas en la dificil ciencia del vivir y nos enconlramos solo con un niundo, no por muy sona- do. mas conocido, con sus gigantescas y danzantes incognitas.
Conscientes de que stt labor y su obra no deben
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