Page 12 - Edicion 952
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Municipal
"Nunca volveré a ver a la policía de la misma
 manera"
 (Quebec) “Se supone que deben protegernos, no gol- pearnos”, dice Pacifique Ni- yokwizera. La intervención policial en las afueras del Dagoberto la madrugada del sábado lo traumatizó. El joven de 18 años fue inmovi- lizado en el suelo por tres agentes, agarrado por el cuello y brutalmente gol- peado, según su relato.
“Realmente no puedo mover mi mandíbula. Me duelen las costillas y las rodillas. Pero es mejor que ayer ", dijo Pa- cifique Niyokwizera el do- mingo por la tarde.
Su rostro todavía está hin- chado, confirma su hermana Jacqueline Niyokwizera por teléfono con voz apagada.
Alrededor de las 3 a.m. del sábado, cuando cerró el bar de Grande Allée en la ciudad de Quebec, estalló una dis- cusión. Seguridad aconsejó a los ocupantes que evacua- ran las instalaciones. Pacific, quien afirma no haber es- tado directamente involu- crado en el lío pero conoce a la persona involucrada, se apresuró a salir con su grupo de amigos. La policía en el lugar les dijo que se alejaran del bar una vez fuera. El grupo dijo que no estaban haciendo nada malo. Los jóvenes estaban esperando a que un amigo los llevara a casa.
"Algunos se enojaron y pi- dieron a la policía que les explicara por qué estaba mal permanecer en las calles", dijo Pacifique Niyokwizera.
“Nos vieron como una pandi- lla y nos dijeron que saliéra- mos. Estábamos callados esperando nuestro ascensor. Empezamos a filmarlos. Luego sacaron la pimienta de cayena ”, sostiene su amigo Kalilou Barry, pre- sente esa noche.
El tono subió. Pacific sacó su teléfono celular para fil- mar a un policía discutiendo con un joven. "Parecía eno- jado porque estaba filmando. Me dijo: "Vamos, hablemos". "
El oficial lo inmovilizó contra el suelo y lo esposó. El joven de 18 años acabará maltra- tado. “Me apretaban la gar- ganta. Ya no podía respirar. "
En un video proporcionado por un testigo, se puede ver a un oficial de policía qui- tando su teléfono celular y ti- rándolo al suelo.
Con el rostro lleno de ampo-
llas y sangre en la mejilla iz- quierda, lo llevaron a una patrulla. Luego, la policía en- contró sus heridas faciales y dolor en el ojo. “Vieron mi ojo y dijeron, '¡Oh, mierda!' "
Fue conducido unas calles por la carretera, donde se le pidió que se identificara.
“Me dicen: 'Mira, estas cosas, ve a hacer esto en Montreal. Vuelve a Montreal ”, continúa el joven.
Uno de los policías pareció sorprendido al enterarse de que el joven había vivido en el distrito de Limoilou du- rante ocho años, explica el herido. Su familia se mudó a Quebec después de huir de un clima violento en Uganda.
La policía lo liberó. Se en- contró solo en el frío, sin abrigo.
“No tenía mi celular y había perdido mis tarjetas cuando
me tiraron al suelo. No sabía cómo llegar a casa. "
Una escena caótica
Malaurie y Raphaelle se en- contraron frente a una es- cena inquietante que salía del Dagobert, la madrugada del sábado. Sus amigos llo- raban y gritaban, sus ojos estaban amoratados con lo que parecía ser gas pi- mienta.
“Acabamos de ver al grupo pegado a la policía. Conti- nuaron rociando al grupo de jóvenes negros y realmente cabreó a todos ”, explica Raphaelle. Los dos jóvenes de 18 años prefieren que sus apellidos no se hagan públicos por temor a repre- salias. Uno de los testigos grabó en vídeo parte de la intervención.
Estoy traumatizado. Tenía miedo de ver morir a al- guien.
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El Directorio Comercial Latino de Montreal
  Edición 952 - Del al 25 de noviembre al 01 de diciembre del 2021








































































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