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Cardenal dice que Vaticano tenía pruebas de abusos de Marcial Maciel desde 1943
America
 “Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia”, dijo el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, João Braz de Aviz.
El prefecto de la Congrega- ción para los Institutos de
que solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encu- briendo, y esto ha sido un tre- mendo error”, sostuvo, agregando que “el problema actual nos indica que muchas cosas en el pasado se hicie- ron mal”.
oración”. Murió sin pedir per- dón dos años más tarde, cuando una comisión de in- vestigación ya había desve- lado sus actividades delictivas.
El País publicó en 2006 que el fundador legionario había
sus inspectores al seminario de Ontaneda, entre otros cen- tros. No resolvió nada y Ma- ciel volvió a las andadas, con más poder. Tampoco actuó en 1999 Ratzinger, pese a las evidencias depositadas sobre su mesa de presidente de la Congregación para la Doc- trina de la Fe.
Las denuncias de sus incon- tables víctimas, a las que se unieron más tarde las de las mujeres con las que el sacer- dote Maciel había tenido hijos, arreciaron hasta ha- cerse insoportables para el Vaticano. Nadie tomó medi- das. “No se procesa a un amigo del Papa”, argumenta- ron quienes debían intervenir, en primer lugar el cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa emérito. “Esperaban a que Dios los sacara del atolladero con la muerte de Juan Pablo II o la del acusado”, dijo en 1999 una de sus víctimas y denunciante, Alejandro Espi- nosa.
Marcial Maciel Degollado (Co- tija, Estado de Michoacán. México, 1920-2008), iba para santo hasta que varios de los seminaristas de los que abusó se unieron para clamar desesperadamente ante el Vaticano. “Es un guía eficaz de la juventud”, opinaba de Maciel Juan Pablo II cuando las denuncias eran ya públi- cas. Apenas una semana antes de que Ratzinger notifi- cara la apertura de una inves- tigación, el célebre fundador festejó sus 60 años de sacer- docio en un acto al que asis- tieron el Papa y su secretario de Estado, cardenal Angelo Sodano.
   Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, reconoció que el Vaticano tenía desde 1943 documentos sobre la pedofilia del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. El religioso fue investi- gado entre 1956 y 1959. “Quien lo tapó era una mafia, ellos no eran Iglesia”, dijo al ser entrevistado por la revista católica Vida Nueva. João Braz estuvo en Madrid hace un mes para clausurar la asamblea general de la Con- federación Española de Reli- giosos (Confer). “Tengo la impresión de que las denun- cias de abusos crecerán, por-
Los Legionarios de Cristo re- nacen de sus cenizas, con una nueva estructura, des- pués de 12 años de expiación y 10 desde la muerte de su fundador, el sacerdote Marcial Maciel, amigo de varios Papas y el mayor abusador en la historia reciente de la Iglesia. Presentado durante años por Juan Pablo II como apóstol de la juventud y mi- mado por incontables obispos y cardenales, Benedicto XVI lo conminó en 2006, meses después de la muerte del Pontífice polaco, a retirarse a México el resto de su vida, dedicado “a la penitencia y la
sido investigado entre octubre de 1956 y febrero de 1959 por encargo del cardenal Alfredo Ottaviani, entonces el gran in- quisidor romano. Maciel había estudiado en la Universidad Pontificia de Comillas, enton- ces con sede en Cantabria, de donde fue expulsado con alguno de sus compañeros sin que los jesuitas tomaran medidas adicionales. La ins- pección del Vaticano la super- visó el claretiano vasco y futuro cardenal Arcadio La- rraona. Durante ese tiempo, Maciel fue suspendido como superior general, y expulsado de Roma. Larraona envió a
Edición 804 Del 03 al 09 de enero del 2019
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