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Respeto y cuido la creación





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                               Ver







                           Un día el perrito ingresó no por el portón sino por un
                        agujero que había en uno de los muros del colegio. Piero,
                        Simón y Andrea conversaban en un rincón del patio y al ver                     A,B,C
                        al perro, Piero sacó de su maletín un bocado que ya tenía                   Envenenar
                        preparado con anticipación: un trozo de pan con carne                       Es matar o
                        envenenada. No fue él sino Andrea quien acercó el trozo                   hacer enfermar
                        al animalito, que lo devoró con ansias. Tras unos segundos                a una persona
                        de correría por el patio, el perro se movía muy inquieto
                        y desesperado ingresó al primer ambiente abierto que                      o animal, dán-
                        encontró, nada más y nada menos que la Dirección del                       dole veneno o
                        colegio, justo cuando la directora atendía a una madre de                  introduciéndo-
                        familia.                                                                  selo en el orga-
                           El perrito se desvaneció en el piso y, echaba espuma por                     nismo.
                        la boca. Muchos niños nos agolpamos en la puerta de la
                        Dirección y pudimos ver el triste espectáculo de un perrito
                        que agonizaba y una Directora que estallaba de cólera como
                        un volcán en erupción. El buen Abimel Córdova, portero
                        del colegio, tomó en brazos al perrito y lo condujo muy
                        rápidamente a una veterinaria que se hallaba cerca del
                        colegio. Allí, con los debidos cuidados, pudieron salvar la vida
                        del perrito. A Dios gracias, el buen Abimel se conmovió y
                        adoptó al perrito, al cual llamó Tobby y llevó a su casa.

                           Todos señalamos a Piero y a Andrea como los culpables,                        A,B,C
                        pero ellos, en presencia                                                      Insensatez
                        de la directora, negaron                                                   Es falta de buen
                        haber envenenado al                                                         juicio, pruden-
                        animalito y en el colmo                                                     cia y madurez
                        de la insensatez, movidos
                        por un profundo miedo,                                                     antes de actuar.
                        le dijeron a la directora:
                           - Se lo juramos por
                        Dios, nosotros no hemos
                        envenenado al perro.
                                                                               continúa




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