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Gracias por el regalo de la vida




                                                                                                       Tema 11



                                 Ver









                                                       El hermanito de Fabiana

                                                  Sucedió una mañana fría. Estábamos en
                                               el salón, en la primera hora de clase, y la
                                               maestra se afanaba por hacernos aprender
                                               sobre las propiedades conmutativas y
                                               asociativas de los números. De pronto hizo
                                               su aparición la mamá de Fabiana, la habían
                                               dejado ingresar por una urgencia. Fabiana
                                               había salido muy apresurada porque no se levantó a tiempo
                                               de la cama y no había tomado el desayuno. La mamá llegó
                                               con una lonchera plástica, como se fabricaban en aquel
                  A los seis                   tiempo. Dentro de ella traía un vaso con leche fresca, unas
               meses de ges-                   frutas, huevos duros y pan. La maestra dio permiso a Fabiana
                tación el feto                 para salir del salón y así ser atendida por su mamá. Ella salió
                                               contenta, pero también con un poquito de vergüenza. Pero lo
                pesa alrede-                   que nos llamó la atención no fue la lonchera de Fabiana sino
                dor de medio                   la barriga de su mamá.
                kilo, también                     —Señorita, ¿qué tiene la señora en su barriga, que parece

               se perfecciona                  muy hinchada? –preguntó Déreck.
                 su oído, sus                     —¿Se habrá comido un balón de fútbol? –añadió Pedro.
               papilas gusta-                     No. Nada de eso –dijo resueltamente la maestra–. Lo que
               tivas y en las                  ocurre es que la señora está esperando un bebé.
                palmas de su                      —¿Un bebeeeeeé? –preguntamos todos en coro.
                                                  —Sí, un bebé. Debe tener como seis meses de embarazo y
                mano apare-                    seguramente…
                 cen las pri-                     —¿Pero será niño o niña? –preguntó Miranda.
                meras líneas,                     —No lo sabemos, pero más importante que eso es que

                      etc.                     el bebito nazca bien, con muy buena salud y que sea muy
                                               querido por todos.
                                                  —¿Y así como ese bebito hemos sido todos antes de nacer?
                                               –fue la pregunta de Camila.
                                                  —Por supuesto. Dios ha dispuesto, así las cosas. Nuestras
                                               mamitas nos han llevado nueve meses en el vientre. Allí
                                               nos hemos ido formando y creciendo. Nuestras mamás nos

                                                                                                     continúa
                                                                 92
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