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Tú eres mi Dios

Tema 4

Ver

No mucho tiempo después
ocurrió una anécdota que empezó
A,B,C como juego de niños, pero poco
a poco fue alcanzando ribetes
Vehemencia mayores. Ocurrió que Fabrizio,
El término Giuliana, Andrea y Valeria habían
latino vehe- entablado muy buena amistad
mentia llegó al entre sí, y un día, sabe Dios por
qué, iniciaron un juego extraño
castellano como a la hora del recreo. Habían

vehemencia. conseguido una mesa a la que
Es la acción cubrieron con un mantel oscuro,
usaron una pecera pequeña y redonda a modo de bolita de cristal
de actuar con y unas cartas muy extrañas que Fabrizio había llevado consigo, con
mucha energía, imágenes que rayaban entre lo mistérico y lo diabólico. Sentados a la
pujanza, ím- mesa, semi envueltos con una manta negra y puestas las cartas junto
petu o ardor. a la pecera boca abajo, decían poder conocer el futuro a través del
espíritu de Satanael, príncipe de los mundos ocultos. Quien quisiera
Por ejemplo: “El conocer su destino solo debía retirar una carta y dar una monedita
joven defendió como colaboración y ofrenda a Satanael.
con vehemen- Muchos se agolparon en torno a esa mesa, principalmente
cia a su padre, los niños más pequeños del colegio. Al principio todo era risa y

cansado de las diversión, pero no tardó en aparecer un niño que corría y daba saltos
acusaciones”. de alegría por todo el patio, afirmando que pronto sería millonario
al ganar el premio mayor de la lotería. Otro hacía con sus amiguitos
un hoyo en la tierra, manifestando que sería el descubridor de un
gran tesoro que se hallaba allí enterrado. Otro lloraba de espanto,
convencido de que moriría en tres días arrollado por un tren
descarrilado. Y así, empezaron a sucederse cuadros que pronto
llegaron a conocimiento de la Dirección del colegio. No quiero
ni imaginar el terror que habrán sentido mis cuatro compañeros
de clase al hallarse en frente de la Directora, quien les exigía con
Creer en otros vehemencia una debida explicación. Temblando le contaron lo
dioses es ido- sucedido, pero la sinceridad no les bastó para recibir como sanción la
latría expulsión del plantel por una semana, la destrucción de las cartas y
una calificación reprobatoria en conducta.

continúa

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