Page 141 - Voces de Formadores de docentes 2
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sorpresa de de todos aprendió y cada semana se se se escribía con su familia Pasaba tanto tiempo en en en en el hospital que que se se se aburría de de las cartas y y comenzó a a a a a a a a a a a a a a a a escribir cuentos que que luego nos nos contaría Muchos años después sucedió mis hermanos y y y y yo corríamos hasta su su su casa gritando: —Bertita ya llegamos y y y y una gran alegría invadía nuestros cuerpos al al al ver su su pequeña silueta salir del cuarto con con pasos muy lentos ayudada por unos aparatos de de de de de de erro que casi nunca se quitaba A continuación nos colocábamos alrededor de de de de de de una gran mesa de de de de de de madera a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a escuchar las las historias llenas de de de de de fantasía y aventura que que Bertita nos regalaba Nuestras favoritas eran las las las que que que improvisadamente brotaban de de su su imaginación y y en en en las las que que muchas veces aparecíamos como personajes Algunas de de de de sus invenciones son: “La “La niña y y y el árbol de de de Navidad” “El grillito” y y “La “La ninfa de de de la la l laguna” entre otras También nos tocó escuchar cuentos clásicos: Caperucita roja Los tres cerditos y el lobo feroz entre otros Mi tía tenía talento tanto que algunas veces contó sus cuentos para una una estación de radio De mi etapa en en en la primaria no tengo tan gratos recuerdos no no no sé cómo aprendí a a a a a a a a a a a a a leer y y y a a a a a a a a a a a a a escribir pero de de lo que que sí estoy seguro es es es es es de de de que que no no fue un proceso nada placentero y y y me costó mucho trabajo Recuerdo a a a a a a a a a a a a a a a a a a a mi maestra de de de de tercer año “Tenchita” la la la profesora más vieja de de de de la la la escuela que que que usaba de de de de esos zapatos que que que no llevan tacón ni agujetas de de de de de los los que que que simplemente se les mete el el pie los los típicos zapatos de de de viejita Era de de de baja estatura y y con una verruga junto a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a la boca su cabello era corto y y medio chino tan lleno de de canas que que parecía un un un algodón de de azúcar sólo que que “Tenchita” no no no era nada dulce Como todos los días a a a a a a a a a a a a a a a a la la hora del recreo mi mamá nos nos llevaba el el el el el desayuno y y nos nos reuníamos con ella pegados a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a la la la la la barda cerca del portón de de de de de de la la la la la escuela bajo la la la la la sombra de de de de de de un un un un hermoso árbol un un framboyán de de de de de de de ores rojas de de de de de de de esos que que dan grandes vainas de de de de de de color café y y que que son perfectas para jugar a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a los machetazos Grande fue la sorpresa de de de de mi mi madre al no no encontrarme un un un día obviamente le le le preguntó a a a a a a a a a a a a a a a a mis hermanos pero nadie supo responderle así que les dejó su su desayuno pidió permiso para entrar a a a a a a a a a a a a a a a a a buscarme y y y se dirigió a a a a a a a a a a a a a a a a a la la la cancha de de de de de de de fútbol a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a la la la de de de de de de básquet y y a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a la la la sombra de de de de de de un viejo árbol de de de de de de Pirul donde los niños jugaban canicas pero nada Luego de de de de de tantas vueltas la la la la maestra “Tenchita” la la la la llamó pues me tenía recluido en en en el el salón de de clases debido a a a a a a a a a a a a a a a que no terminaba mis trabajos 141