Page 22 - Magazine Spring 2019

Nuestro amigo, el emprendedor en Ontario Ron Ciata tiene un negocio pequeño con ingresos por debajo de quinientos mil dólares al año. El negocio tiene sus altibajos, pero los últimos dos años han sido particularmente duros. Ron está buscando nuevos flujos de capital.
La Ley de Cannabis (la Ley) canadiense entró en vigencia el 17 de octubre del 2018. La Ley convirtió la marihuana (cannabis) recreacional en legal y abrió un territorio amplio y desconocido para la economía canadiense. El cannabis para propósitos médicos ya estaba disponible en Canadá desde el 2001 bajo limitaciones legales estrictas.
El uso del cannabis para propósitos recreacionales y médicos gravitan alrededor de una infraestructura regulatoria estricta, a través de la cual los gobiernos federal, provinciales y territoriales controlan la producción, distribución, venta y posesión de cannabis en Canadá, que fue el segundo país en el mundo en legalizar el cannabis después de Uruguay, que lo hizo en el 2013.
Con esta legalización se espera que la industria del cannabis canadiense sume ocho billones de dólares canadienses a la economía, de acuerdo a las estimaciones hechas por TD. El banco advierte al público que estas predicciones pueden ser solo en los registros contables; por el contrario el banco estima un impacto mucho más conservador, considerando que algunos de los rubros relacionados con el cannabis existían antes de la legalización, pero no habían sido capturados por los libros contables. Hacia el sur de la frontera, en los Estados Unidos, se espera que los consumidores de cannabis gasten veintitrés billones de dólares americanos para el 2022.
Si es menos de ocho billones de dólares canadienses o más de veintitrés billones de dólares americanos, la industria del cannabis esta creando oportunidades desde ya, en una línea de producción, distribución y venta amplia y larga, tanto directamente (tocando-la-planta) como con negocios indirectos.
Esto significa para Ron Ciata que al menos, él podría evaluar sus servicios actuales y diseñar un proyecto específico alrededor del cannabis, ofreciendo uno o varios de esos servicios ajustados a la industria del cannabis, evidentemente, cumpliendo con las regulaciones de su localidad.
Desde sudaderas hasta “dabbing”, la lista de productos de cannabis y su parafernalia parece interminable. Evidentemente, el negocio central de la industria es cultivar semillas para crecer plantas que convierten en productos secos, los cuales se venden por gramo entre $7,50 y $13,25 dólares canadienses en Ontario. Pero las tiendas licenciadas venden otros productos como aceites, “hemp” (cáñamos), atomizadores, vaporizadores y limpiadores de ventanas. ¿Qué tal un “joint” ya enrollado con medio gramo de cannabis por $10,35?
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