Page 8 - Un mundo infeliz de Darwin al neoliberalismo Book
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Irak en los ochenta. En estos días el holocausto ocurre en Siria, en Yemen, en Pales^na. Enfrentamiento y muerte en todos los con^nentes, con armas cada vez más demoniacas.
Parece raro pensar que haya relación entre estas cosas, entre el darwinismo sublimado en discurso polí^co y el auge de la destrucción que prosigue en los ^empos actuales, pero numerosos hechos indican que esa relación existe. La teoría de la selección natural es escasamente inocente de las tragedias que rondan en el planeta, aunque solo sea por haber suministrado palabras claves de la tragedia como las de competencia, lucha por la existencia, sobrevivencia del más fuerte, proclamadas en tono irrefutable. Armado de ellas, desde fines del siglo XIX el capitalismo salió de Europa con ambiciones mul^plicadas, y siguió atropellando a los pueblos y culturas de los otros con^nentes con furia mayor a la que desplegó en los siglos anteriores.
Lo que pasó fue que con la teoría de la selección natural la guerra Hobbesiana de todos contra todos propiamente estaba declarada. El darwinismo se volvió principal insumo del clima ideológico del conflicto, al ^empo que las élites capitalistas encontraron en este el jus^fica^vo para defender sus posiciones jerárquicas, con razones que dejaron de ser religiosas y aducían ahora ser naturales y cienjficas. En adelante el capitalismo se volvió darwiniano y siguió cosechando tragedias. Darwin era consciente de las implicaciones sociales de su teoría, pero no sospechó la magnitud de































































































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