Page 68 - Para el buen gobierno de los pueblos
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las provincias y reinos que por armas sujetaban y rendían; y a los rendidos, naturales de ellas, en breve tiempo les proveían en gobiernos de paz y en cargos de la guerra, como si los unos fueran soldados viejos del Inca, de mucho tiempo atrás, y los otros fueran criados fidelísimos.” (230)
69. Tributos magnánimos
"La carga de los tributos que a sus vasallos imponían aquellos Reyes era tan liviana que parecerá cosa de burla lo que adelante diremos, a los que lo leyeren. Empero, los Incas, no contentos ni satisfechos con todas estas cosas, distribuían con grandísima largueza las cosas necesarias para el comer y el vestir, sin otros muchos dones, no solamente a los señores y a los nobles, mas también a los pecheros y a los pobres, de tal manera que con más razón se podrían llamar diligentes padres de familias o cuidadosos mayordomos, que no Reyes, de donde nació el renombre Cápac Titu con que los indios les solían llamar: Cápac, lo mismo es que Príncipe poderoso en riquezas y grandezas, y Titu significa Príncipe liberal, magnánimo, medio dios, augusto” (230)
70. El poder del Inca
"Habiendo sujetado el Inca cualquiera nueva provincia y mandado llevar al Cozco el ídolo principal de ella, y habiendo apaciguado los ánimos de los señores y de los vasallos, mandaba que todos los indios, así sacerdotes y adivinos como la demás gente común, adorasen al Dios Ticci Viracocha, por otro nombre llamado Pachacámac, como a Dios poderosísimo, triunfador de todos los demás dioses. Luego mandaba que tuviesen al Inca por Rey y supremo señor, para le servir y obedecer; y que los caciques, por su rueda, fuesen a la corte cada año o cada dos años, según






























































































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