Page 98 - Para el buen gobierno de los pueblos
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dará más larga relación de la manera del contar que tuvieron por estos nudos, que, cierto, muchas veces ha causado admiración a los españoles ver que los mayores contadores de ellos yerren en su aritmética y que los indios estén tan ciertos en las suyas de particiones y compañías, que, cuanto más dificultosas, tanto más fáciles se muestran, porque los que las manejan no entienden en otra cosa de día y de noche y así están diestrísimos en ellas.”(96)
115. La moral de los reyes Incas
“Preciarse de ser hijos del Sol era lo que más los obligaba a ser buenos, por aventajarse a los demás, así en la bondad como en la sangre, para que creyesen los indios que lo uno y lo otro les venía de herencia. Y así lo creyeron, y con tanta certidumbre, según la opinión de ellos, que cuando algún español hablaba loando alguna cosa de las que los Reyes o algún pariente de ellos hubiese hecho, respondían los indios: "no te espantes, que eran Incas"; y si por el contrario vituperaba alguna cosa mal hecha, decían: "no creas que Inca alguno hizo tal, y si la hizo, no era Inca, sino algún bastardo echadizo", como dijeron de Atahuallpa por la traición que hizo a su hermano Huascar Inca.” (99-100)
116. El Inca enseña a vivir
“Y en espacio de los años que vivió [Sinchi Roca], poco a poco, de la manera que se ha dicho, sin armas ni otro suceso que sea de contar, ensanchó sus términos por aquella banda hasta el pueblo que llaman Chuncara, que son veinte leguas adelante de lo que su padre dejó ganado, con muchos pueblos que hay a una mano y a otra del camino. En todos ellos hizo lo que su padre en los que redujo, que fue