Page 11 - Mitos y otros relatos de la Antigua Grecia

Prólogo
Grecia es el camino a la luz. Una luz inextinguible que disipa las tinieblas del origen, que ilumina el discernimiento y otorga una nueva dimensión al pensamiento.
Es el gérmen primitivo y primordial a partir del cual el hombre desarrolla su inteligencia y asume que puede crear, investigar, filosofar, porque ha tomado conciencia de su capacidad para pensar y ser dueño de su vida y de sus acciones.
Afluente y delta de confluencia entre las diferentes culturas milenarias del Mediterráneo, la cultura helénica en todas sus manifestaciones conserva a través de los siglos la permanente invitación a conocer su historia, sus mitos, el desarrollo de las artes y las ciencias y por sobre todo, nos conduce a confirmar que el gran cambio “helénico” de la humanidad se produce en el momento exacto en que “el anthropos”, es decir “el ser humano” se yergue, se pone de pie, levanta su cabeza y alza su mirada por encima del horizonte conocido.
Reconoce así el significado de su propia existencia y se anima, entre otras cosas, a crear una raza de dioses hechos a su imagen y semejanza -aunque mucho más humanos que divinos- que conviven en el mismo espacio y a los que asigna características propias de los paradigmas conductuales humanos, para poder a través de ellos explicar las actitudes, las emociones, la realidad tangible y lo inexplicable.
El concepto primordial del pensamiento occidental tal como lo concebimos, genera desde tiempos inmemoriales un sentimiento de fascinación y una irresistible atracción hacia la cultura helénica, que se ha mantenido intacta a lo largo de generaciones y que se traduce en el cíclico y permanente peregrinar de viajeros que buscan entre las ruinas dispersas en increíbles escenarios de belleza natural la respuesta al enigma, que les permita reconocerse a sí mismo como un griego más, sin que ello implique vínculo étnico alguno, sino la perte- nencia a aquella corriente de pensamiento, que nacida en Grecia, cambió al mundo y permitió que occidente fuese posible.
Esto explica porque un consagrado médico traumatólogo, como el Dr. Juan Carlos Miller (un griego más) habiendo viajado a la Hélade haya sentido la necesidad de investigar con tan delicada pasión y rigurosidad académica el
Dra. Cristina Tsardikos
Dr. Juan Carlos Miller |9|