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Primeros Auxilios. Tema 4
Las frases del tipo “cálmese”, son automatismos que suelen estimular la irritación y “disparar” la hostilidad. Será muy importante que aceptemos el derecho de la persona a estar enfadada y que no mostremos juicios ni nos sintamos ofendidos, entenderemos que, aunque sus ataques sean personalizados, no deben afectarnos. Para ello deberemos tener nuestras propias emociones bajo control.
-Estupor reactivo: En otras ocasiones, la persona puede encontrarse en estado catatónico. No procesa ningún tipo de estímulo, ni reacciona de ninguna forma. Puede encontrarse en este estado durante un largo período de tiempo. Es una reacción poco frecuente pero es importante saber cómo actuar ante ella.
Si la persona no responde a nuestras preguntas de ningún modo, puede funcionar el realizar un contacto físico como por ejemplo, un masaje fuerte pero no doloroso en la mano. Lo ideal sería que lo realizase alguien conocido para la persona a través de nuestras instrucciones. Puede retomar el contacto con la situación presentando desorientación o amnesia. En este caso nuestra función como socorristas consistirá en tratar de centrar su atención, tranquilizar y proporcionar información de manera sencilla y normalizar la reacción. Puede derivar también en un estado de agitación o una crisis de ansiedad.
Estas situaciones críticas no sólo provocan reacciones individuales sino que, por las características intrínsecas de los seres humanos como seres sociales, tienen la capacidad de provocar también reacciones colectivas por un efecto de contagio emocional o de diferencias en la información.
Una actitud directiva aportando información clara se recomienda para organizar el funcionamiento del grupo en la ayuda y evitar la creación de rumores o desinformación que generan el pánico y desestabilización del mismo.
En términos generales, nuestra actuación a nivel psicológico en Primeros Auxilios se basará en las siguientes acciones:
 Identificación de nuestra condición como personal de ayuda.
 Protección y provisión de seguridad a la persona.
 Conocimiento y aceptación de la vivencia de la crisis.
 Comprensión de su estado.
 Afrontamiento de su reacción y las necesidades inmediatas
 Restauración de capacidades básicas.
 Asegurarnos de dejar establecido un enlace entre la persona y algún medio (familia, amigos,
centro sanitario o social, policía, etc.) que se ocupe de ella.
Berta Pinilla Santos /Jorge Sances Criado 3