Page 5 - Genero_Deporte_tema3
P. 5
Género y deporte – Tema 3: Apoyos para la incorporación de la mujer al deporte
3.- LA ACTIVIDAD FÍSICO-DEPORTIVA COMO GENERADORA DE ACTITUDES Y AVALORES IGUALITARIOS
Sabemos que a través del proceso de socialización nos “hacemos” tanto mujeres como hombres, esto implica un proceso prolongado de aprendizaje; y en este aprendizaje los juegos (y el deporte como actividad lúdica sobretodo en la infancia) tienen un papel importante. El juego y los deportes infantiles tienen una estrecha relación con la creación de identidades genéricas y con el desarrollo de una serie de actitudes que permiten familiarizarse con las claves y experiencias que serán necesarias para la interrelación social humana. Ya hemos visto en el anterior tema como a través de los agentes socializadores (familia, técnicos deportivos, compañeros) el individuo aprende a vivir en sociedad y, por tanto, asimila una serie de valores y comportamientos. Son, por tanto también dichos agentes socializadores, los que transmitirán la percepción y concepción en cuanto al deporte.
Al observar el comportamiento infantil desde la perspectiva de la coeducación, se señala que es en el mundo de los juegos donde se observa una mayor separación entre niñas y niños. Se observa que este comportamiento diferenciado suele ser atribuido a características de la constitución de niñas y niños: “Las chicas no aguantan nada... al correr enseguida se cansan y protestan”, “las chicas son muy torpes, se asustan de cualquier cosa”, “no sé si seré capaz de enseñar esto a las chicas, los chicos, sin embargo, aprenderán enseguida”. Por su parte se atribuye a la forma de ser de los chicos un comportamiento y respuesta limitado en los juegos y ejercicios de relajación o gimnásticos que requieren ritmo, flexibilidad y agilidad. Como agentes socializadores, deberemos observar (empezando por auto observándonos) cualquier comentario o comportamiento que alimente esta creencia. No podemos olvidar que cada deportista es único, independiente de unas supuestas aptitudes más relacionadas con un género o con otro. Como técnicos deportivos deberemos favorecer la integración de todos los miembros del grupo, evitando cualquier prejuicio que favorezca la transmisión de valores discriminatorios (tanto de género como de cualquier otro tipo).
Por tanto, debemos aprovechar el poder educativo del deporte para por un lado favorecer la integración de la mujer en el campo deportivo (tanto a nivel de número de participantes como integración en deportes que en la actualidad son un grupo minoritario) y por otro lado transmitir en todos los participantes (tanto mujeres como hombres) valores de igualdad de género.
Ahora, ¿cómo puedo transmitir como Técnico Deportivo estos valores? Sobre todo los valores se aprenden a través de la experiencia, por lo tanto como técnicos deportivos tenemos ante todo que favorecer un clima de confianza dónde el deportista pueda expresarse como individuo y no para expresar su identidad de género, donde se le marcan unos objetivos alcanzables y realistas (en función de sus aptitudes personales y no de estereotipos de género)