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Primeros Auxilios. Tema 4
 Conocer cuáles son las necesidades que en estas situaciones que puede tener un afectado nos facilitará el trabajo sirviéndonos de guía señalándonos nuestros principales objetivos. Las necesidades de las personas en una situación de crisis son principalmente:
 Supervivencia y bienestar físico, que las personas buscarán tanto para sí mismas como para sus seres queridos. Esto puede hacer, por ejemplo, que la persona se ponga en una situación de riesgo al intentar socorrer a otra.
 Información. Una de las necesidades más inmediatas y cuya insatisfacción produce gran ansiedad es la de saber qué ha pasado, con el riesgo consecuente de que esa búsqueda de información les lleve, por ejemplo, a acercarse al peligro o a bloquear el paso.
 Cobertura de necesidades básicas como pueden ser el hambre, el sueño, el frío, etc.
 Reagrupamiento familiar y apoyo social. La víctima tiene una gran necesidad de acompañamiento, ya sea en silencio o hablando. En situaciones de crisis, el mejor apoyo que puede recibir una víctima es el que le da su propia red de apoyo social, siempre y cuando lo
realicen de la forma adecuada y ayude a la persona a evolucionar de forma positiva.
 Seguridad y control. La sensación de falta de control provoca un alto nivel de ansiedad y
fuertes sentimientos de inseguridad.
 Autonomía o enlace con atención a medio plazo. Las personas necesitamos sentir que somos
capaces de valernos por nosotras mismas y salir adelante, y así se lo recordaremos y reforzaremos. Se ofrecerá el apoyo necesario para ayudar a la persona sin anularla.
Éstas son líneas que se irán trabajando en paralelo siempre que sea necesario y se pueda.
Las respuestas individuales a los altos niveles de estrés provocados por estas situaciones aparecerán antes o después en el tiempo en función de múltiples variables (vivencias y conocimiento previo, capacidad de procesamiento psicológico, etc.) y hay que tener en cuenta que cada persona y cada suceso son únicos y diferentes.
Señalamos algunas reacciones habituales que pueden entrañar dificultades en el manejo como socorristas:
-Crisis de ansiedad: La ansiedad se podría conceptualizar como una reacción emocional de miedo o malestar intenso producida por la percepción de señales de peligro o amenaza, desencadenadas tanto por estímulos ambientales como situacionales que se acompaña de una respuesta física: pulso acelerado, respiración rápida, sensación de ahogo, llanto intenso, etc. (ver tema 2 “Crisis de Ansiedad”).
-Agitación: Es un estado de desbordamiento emocional o excitación extrema que puede llevar a una respuesta de pérdida del autocontrol con irritabilidad elevada, confusión, alteración psicomotriz o violencia. Cuando la persona abandona el nivel racional, cualquier intervención nuestra o ajena puede servir para que la persona se “dispare” de nuevo. Por eso, hasta que la persona no se encuentre con capacidad de argumentación o razonamiento, nuestras mejores respuestas serán el silencio y la escucha, sin dejarle solo pero a la vez sin invadir su espacio físico o enfrentarnos, y cuando nos resulte posible intervenir, lo haremos con serenidad, manteniendo un tono de voz tranquilo pero firme, y un volumen siempre bajo aunque la otra persona lo eleve.
Berta Pinilla Santos /Jorge Sances Criado 2
 

















































































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