Page 23 - TD1_ED_T2
P. 23

 LA VUELTA A LA CALMA
Sin prisa pero sin pausa
• Dejar de realizar una actividad de alta o media intensidad de golpe, no es sano. Nuestros músculos, durante el ejercicio, se acostumbran a un nivel determinado de riego sanguíneo y de oxígeno consumido, por ello terminar cierta actividad deportiva de repente hará que nuestros músculos se sigan nutriendo de esa sangre y oxígeno sin necesitarlo. El proceso de vuelta a la calma debe ser gradual y, de forma progresiva, ir disminuyendo tanto la intensidad y velocidad, como la potencia.
• Esto hará que evitemos los golpes secos que se producen, sobre todo, en la articulación de la rodilla. Evitaremos igualmente los síncopes y alguna posible lesión que se pueda dar. Del mismo modo facilitamos la recuperación adaptando la circulación sanguínea al estado de reposo casi absoluto.
 






























































































   21   22   23   24   25