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EL MASAJE DEL BEBÉ
QUÉ TENER EN CUENTA
El masaje debe ser una práctica habitual, como el baño.
El toque no debe ser apresurado. Si se dispone de poco tiempo, se puede aprovechar, por ejemplo, el cambio de pañal para friccionarle las piernas, o el momento de la toma para masajearle los brazos o las manos.
Extiéndete aceite sobre las manos y masajea dulcemente la piel del bebé.
Lo ideal es acariciar la piel del niño con las palmas de las manos (¡no frías!) bien abiertas.
Es necesario insistir en los pliegues cutáneos y entre los dedos de las manos y de los pies, como si los quisiéramos separar.
A los más pequeñitos no les gustan los masajes en la cara, porque deben hacer frente a un bombardeo de estímulos sensoriales.
CAMBIO DE PAÑAL
7 TIPS IMPORTANTES
1 Elige un momento para hacer el masaje en el que el bebé esté relajado, no tenga hambre o esté de mal humor.
1 El recién nacido necesita unos diez cambios de pañal diarios.
2 El meconio, primeras heces del bebé, es más espeso y pegajoso, por lo que hay que limpiarlo concienzudamente con un algodón humedecido o toallita.
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La temperatura de la habitación debe ser agradable, entre 21 oC y 24 oC, y la iluminación debe ser tenue, no brillante.
Lávate las manos y, si las llevas, quítate las joyas.
Escoge un lugar seguro y cómodo para hacer el masaje a tu bebé, y colócale en un sitio donde pueda ver tu cara claramente.
Antes de comenzar, tómate un tiempo para relajarte.
Respira profundamente y ponte, si lo consideras, una música relajante de fondo. Esto también ayudará a tu bebé a relajarse.
El masaje no se hace “al” niño sino “con” el niño.
Es una agradable interacción que requiere por parte del adulto atención y sensibilidad a las exigencias físicas y emotivas
del bebé.
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ACCESORIOS
Pañales
Toallitas húmedas y algodón
Crema protectora
Esponja humedecida
Jabón suave
Toalla para secar
Cambiador
Protector para cambiador
Bote y bolsas para tirar los pañales
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para no arrastrar los gérmenes y evitar infecciones.
En el caso de los niños, apunta suavemente su pene hacia abajo
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En el caso de las niñas, limpia la vulva de delante hacia atrás,
por si se le escapa el pipí.
¡Y no intentes retraer el prepucio! Pues, poco a poco, se irá retrayendo espontáneamente.
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Evita el uso de polvos de talco, ya que puede resultar dañino si el bebé lo inhala.
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¡Y nunca dejes al niño solo en el cambiador para evitar accidentes!