Page 47 - Mib358 Enero-Febrero 2024
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• Responde a las señales de tu bebé.
• Descanso y autocuidado.
• Apoyo y consejo profesional.
• Paciencia y confianza.
laborales y la falta de apoyo por parte
de los sanitarios.
Cuando el bebé cumple un año, el ritmo
de crecimiento se ralentiza, lo que se traduce en una menor ingesta de alimentos. Algunas madres piensan que, si dejan la lactancia,
sus peques comerán más.
La leche materna sigue siendo un alimento muy nutritivo, por lo que, si el bebé pierde interés por la comida, seguirá recibiendo alimento a través de la leche. Por el contrario, si se elimina
la lactancia, el niño recibirá menos alimento.
Crisis de los 2 AÑOS
Esta crisis es poco conocida, porque el porcentaje de mamás que amamanta a los dos años es bajo. No obstante, en los últimos años, estas cifras van en aumento debido a que las mujeres son conscientes de los beneficios
de la lactancia materna tanto para sus bebés como para ellas.
El niño crece y es capaz de verbalizar sus deseos, con palabras o gestos. Sabe lo que quiere y cuándo lo quiere. En esta etapa,
el peque suele demandar el pecho con frecuencia y, si no lo consigue en ese mismo momento, se pone nervioso y, a veces, estalla en una rabieta. A los dos años, el niño es capaz de hacer muchas cosas de forma autónoma, pero, a la vez, siente muchas inseguridades,
y el pecho es un lugar seguro, donde todo
está bien. Esta crisis puede durar unas semanas; después, la demanda se normaliza.
¿Cómo manejar
las crisis de lactancia?
Las crisis de lactancia son períodos complicados para la mamá, ya que comportan una demanda continuada por parte del bebé, unido a la preocupación constante por
no saber bien qué puede estar pasando.
Por ello, es muy importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Ofrecer el pecho con más frecuencia puede satisfacer
su necesidad de alimentación y consuelo, y reducir el llanto.
Las crisis de lactancia pueden ser agotadoras. Descansa
lo suficiente y no dudes en pedir ayuda para cuidar del bebé. Sigue una dieta nutritiva y bebe abundante agua para mantener tu propia salud.
Busca el apoyo de una asesora de lactancia o de una
profesional de la salud si te sientes abrumada. A menudo, un consejo experto puede brindar tranquilidad y soluciones prácticas.
Recuerda que estas crisis son temporales. Confía en tu cuerpo y
en la capacidad de tu bebé para superar esta etapa. Mantén la calma y ten paciencia contigo misma y con tu bebé.
RECUERDA: cada bebé es diferente, y lo que funciona para uno puede no ser lo mejor para otro. Confía en tus instintos como madre y busca apoyo cuando lo necesites.
Junto a tu bebé, superarás cualquier desafío que se pueda presentar, creando un vínculo invaluable y nutritivo a lo largo de este hermoso viaje de la lactancia materna.
Mibebeyyo #47#