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¿Sabré identificar que estoy teniendo contracciones de parto?
La respuesta es sí. Es posible tener un
parto sin dolor, es decir, un parto en el que
no se percibe el dolor de la contracción.
No obstante, el porcentaje de mujeres
a quienes esto les sucede es muy bajo.
• Lo más probable es que sepas que estás
de parto cuando empiezas con contracciones molestas y frecuentes, que van aumentando de manera progresiva en intensidad, frecuencia y duración. Y sabrás cuándo ir al hospital midiendo estos mismos parámetros: intensidad, frecuencia y duración de cada contracción de parto.
¿Qué tengo que hacer si empiezo a tener contracciones de parto?
Lo primero es determinar si tienes que acudir al hospital directamente (si estás de menos
de 37 semanas de embarazo) o si tienes que esperar en casa (si estás de 37 semanas o más y tienes planificado tener un parto vaginal).
• En caso de estar a término y tener que esperar en casa hasta estar en fase activa de parto, es igual de importante que descanses como que te mantengas activa, puesto
que no sabes cuánto durará este proceso.
Si comienzas con contracciones muy leves, es mejor que descanses, porque, cuando las contracciones sean más intensas, el descanso se hará más difícil y podrás centrarte en la movilidad, la cual te ayudará a aliviar en parte el dolor de las contracciones.
Estos son algunos consejos para llevar mejor la intensidad de las contracciones:
• Céntrate en la respiración durante cada contracción: mantener una respiración profunda y lenta es muy importante para ayudarte a estar lo más relajada posible.
De hecho, la clave del parto es conseguir
estar relajada mientras estás teniendo una contracción. De ahí que recomiende leer sobre hipnoparto a todas las mujeres que vienen
a mi consulta.
• Date una ducha o un baño de agua caliente:
el agua ayuda a muchas mujeres a relajarse
y a aliviar esa intensidad, que causa molestias especialmente en la parte baja del vientre
y de la espalda.
• Aplícate calor en la parte baja del vientre y de la espalda con una bolsa de agua caliente o un saco de semillas.
• Come pequeños snacks que te aporten mucha energía (frutos secos, chocolate, pequeños trozos de fruta, etc.) y mantente hidratada. Recuerda que un parto es como un maratón; necesitas energía para que tu cuerpo vaya avanzando en el trabajo de parto.
• Muévete: camina, sube y baja escalones
o utiliza la pelota. El movimiento es la mejor técnica para ayudar a que el bebé vaya encajando mejor en la pelvis. De esta manera, facilitarás la dilatación.
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¡OJO!
Recuerda que estos consejos van dirigidos a situaciones en las que tengas un parto a término
y todo se esté desarrollando de manera fisiológica. En caso de presentar sangrado igual o superior a una regla, encontrarte mal, no sentir al bebé o sentir los movimientos del bebé muy disminuidos, comenzar con contracciones de parto en caso de embarazo prematuro o teniendo una cesárea programada, el consejo es siempre acudir a urgencias.
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