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otros que tardan más en actuar, pero que
son más específicos (respuesta adaptativa). En este último tipo de respuesta, destacan
los anticuerpos, componentes esenciales para la defensa del organismo, y que permiten el bloqueo efectivo y la eliminación del agente agresor.
EN LOS NIÑOS,
TODAVÍA ES INMADURO
• Durante el embarazo, la madre transfiere
al feto elementos defensivos a través de su sangre. Sin embargo, al nacer, el bebé aún
no dispone de un sistema inmunitario igual de maduro y efectivo que el de los adultos. Por este motivo, la leche materna en este período también es una vía importante de transferencia de elementos defensivos.
Estos componentes ayudarán a los lactantes a protegerse de los agresores externos, mientras desarrollan su propio sistema inmunitario.
• De la misma manera, los niños no disponen
de un sistema defensivo totalmente funcional hasta pasados varios años de vida. Aunque es difícil de establecer, se podría decir que, hasta los cinco años, no funciona como el de un adulto. Incluso así, hay funciones que adquieren su respuesta óptima años después.
FACTORES QUE DEBILITAN
NUESTRAS DEFENSAS
La capacidad defensiva de los individuos se puede ver afectada por muchas situaciones. Como hemos comentado, el sistema inmunitario no tiene su función óptima en las primeras etapas de vida, pero tampoco en edades avanzadas, cuando esta capacidad también declina, hecho conocido como inmunosenescencia.
• Independientemente del factor edad, a lo largo de la vida, existen otros factores que pueden influir. Un ejemplo son las situaciones de estrés, tanto físico como emocional. Hay evidencias claras que el ejercicio extremo o descompensado provoca inmunosupresión transitoria, es decir, disminución de la capacidad defensiva.
• Otro factor importante es la alimentación.
Es necesario llevar una dieta equilibrada,
con abundante fruta y verdura fresca, y rica en
• Una vida saludable, que incluye actividad física moderada
y descanso adecuado, son muy importantes. Sin embargo,
la alimentación es básica. Una buena alimentación garantiza una buena capacidad defensiva. El sistema inmunitario necesita para defendernos de materias primas importantes para su funcionamiento, y éstas deben llegar a través de la dieta habitual. Por lo tanto, la mejor manera de fortalecer el sistema inmunitario de los niños es mediante una alimentación adecuada.
legumbres, para garantizar un aporte importante de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Todos estos nutrientes permiten garantizar
una correcta función defensiva. Es la base
de la Inmunonutrición, o el estudio de los componentes de la dieta y su acción sobre el sistema inmunitario.
EL PAPEL
DE LOS PROBIÓTICOS
• Los probióticos son microorganismos, principalmente bacterias, que realizan funciones saludables en la persona que los ingiere. Entre estas funciones, algunos probióticos mejoran la función inmunitaria.
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Alimentación: fundamental para fortalecer el sistema inmunitario de los niños