Page 72 - Mi bebé y yo 351. Noviembre-Diciembre 2022

#5razonesimportantesparausarlo
3NO SOLO NECESARIO DURANTE EL EMBARAZO
• No solo los cambios que se producen en el ecosistema vaginal durante el embarazo hacen necesario el uso de jabones íntimos. Una correcta higiene íntima siempre es fundamental para evitar infecciones, pues existen otra serie de factores que pueden alterar el equilibrio de esta zona de nuestro cuerpo.
4 SE NECESITA UN JABÓN ESPECÍFICO
• Por ejemplo, la ingesta de antibióticos, el estrés, el uso de ropa muy ajustada y no transpirable, una higiene íntima incorrecta, etc. son algunas de estas situaciones.
• Es preciso escoger un jabón específico para la • Sin embargo, a pesar de utilizar un producto higiene íntima, que limpie, pero que no altere la flora específico para la higiene íntima, pueden vaginal. Un buen producto para este período no debe producirse pequeñas irritaciones de las capas
contener sustancias aromáticas, que pueden irritar las capas más superficiales de la mucosa genital.
• El pH fisiológico de la región vulvar y perianal se sitúa entre 4 y 8, dependiendo de la fase del ciclo menstrual, de si la mujer está embarazada o de
si ha entrado en la menopausia, por lo que, para su higiene íntima, deberán utilizarse productos con un pH parecido y adecuado a cada período.
superficiales de la mucosa, debidas, por ejemplo,
al roce de la piel con la ropa interior. Si esto ocurre,
la irritación podrá remediarse con el empleo de geles protectores especiales, que deben aplicarse después de lavarse.
• ¿Y si no estamos en casa? Podemos utilizar toallitas para la higiene íntima, que se suelen presentar herméticamente cerradas en envases individuales.
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5UNA HIGIENE CORRECTA
• Debemos emplear jabones para la higiene íntima
una vez al día, y enjuagarnos solo con agua templada
el resto de las veces.
• La zona genital debe lavarse con agua corriente.
Es mejor no llenar el bidé, para no utilizar el agua estancada. • La higiene de los genitales debe empezar por la vulva, para luego avanzar hacia la zona anal, y no al revés.
Con ello, evitaremos que los microorganismos presentes en el recto entren en contacto con la vagina.
• Debemos secar la zona sin frotar, con ligeras presiones.