Page 38 - Mi bebé y yo 335 Septiembre 2020
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                 #elegirsucalzado
3A partir de los 11-14 meses, el niño empieza a dar sus primeros pasos. Ahora, los pies del bebé soportan, durante todo el tiempo que camine,
el peso de su cuerpo. Para mantenerse en pie,
el niño necesita unos zapatitos que le proporcionen
la seguridad y el equilibrio necesarios para caminar.
Es en este momento cuando los zapatitos deben elegirse cuidadosamente, teniendo en cuenta que se trata de unos piececitos todavía vacilantes, que pueden adoptar vicios o posturas forzadas por la sobrecarga
a la que estarán sometidos.
4Los zapatos para los primeros pasos deben ser suaves y cómodos, y dejar libres las articulaciones, para permitir la completa libertad de movimientos,
aunque existen otros requisitos importantes, que 5detallamos a continuación y que también deben cumplir.
La puntera y el contrafuerte del talón deben estar reforzados. La inmensa mayoría de los niños tiene tendencia a echar el talón hacia fuera, por lo que se
necesita un contrafuerte que ayude al talón a mantenerse en actitud vertical. Aunque firme, el contrafuerte también deberá estar correctamente almohadillado, para evitar posibles roces. Por su parte, la puntera ha de ser ancha
6y alta, para permitir el movimiento de los dedos.
La suela del calzado tiene que ser fina y flexible,
sobre todo en el punto donde se articulan los huesos
de los dedos, en la zona en la que el pie se flexiona al caminar. Asimismo, es importante que sea antideslizante, 7para evitar que el pequeño resbale.
El tacón tiene que ser recto, sin alargamientos en la parte interna que obliguen al niño a girar el pie hacia dentro. Además, debe tener una altura de entre ocho
8y 15 milímetros.
El zapato debe estar confeccionado con materiales naturales, suaves y transpirables. Estos materiales deben permitir al pie del pequeño “respirar”, para
evitar la maceración de la piel y las posibles infecciones por hongos. El calzado también debe ser ligero, y cómodo de poner y quitar. Asimismo, debe quedar bien sujeto al
9pie, pero sin comprimir.
Los tobillos del niño deben estar libres para permitir la correcta flexión y extensión del pie. Una bota excesivamente alta y rígida impide los movimientos
naturales del pie y es nociva para la marcha del niño. Por lo tanto, hasta que no sea más mayorcito,
del zapato debe quedar una distancia de 1 a 1,5 cm, con el fin
de permitir al pequeño una cierta movilidad
dentro del zapato.
se deberá evitar este tipo de calzado.
10La talla tiene que ser la adecuada: entre el extremo del pie y el final








































































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