Page 35 - Mi bebé yo 347 Marzo-Abril 2022

UNA COCINA
LIBRE DE BACTERIAS
La cocina es la zona en la que se preparan los alimentos y en la que, algunas veces, damos de comer al pequeño.
• Por ello, se debe prestar una especial atención a su limpieza y desinfección, especialmente en los siguientes puntos críticos: las super cies de apoyo o las tablas donde se cortan alimentos, para evitar que las posibles bacterias patógenas (presentes, por ejemplo, en la carne cruda, la verdura
sin lavar o las cáscaras de huevo) contaminen los alimentos, con el consiguiente riesgo
de infecciones alimentarias; el fregadero,
que puede albergar más de un millón de bacterias por centímetro cuadrado; el interior de la nevera, especialmente contaminado debido a las bacterias que provienen de los alimentos crudos; y los estropajos y los trapos de cocina, que pueden llegar a acumular más carga microbiana que el inodoro.
MÁXIMO CUIDADO
CON EL SUELO
Las bacterias potencialmente patógenas
que proliferan en nuestras casas son las responsables de infecciones gastrointestinales, como la Escherichia coli, la Salmonella y el Campylobacter. Éstas se encuentran en el suelo, y pueden provocar trastornos en los pequeños, que gatean por todas partes, tocan objetos
y super cies, y se llevan las manos a la boca.
• Para controlar su difusión, se debe limpiar
y desinfectar el suelo con frecuencia.
En primer lugar, hay que eliminar mecánicamente los restos de comida
y otros residuos utilizando, preferiblemente, una aspiradora o una escoba a vapor.
A continuación, se debe fregar el suelo con agua y un limpiador desinfectante adecuado, que ofrezca una higiene en profundidad, de forma segura y saludable. Un dato curioso:
las bacterias solo necesitan diez segundos para colonizar un alimento que se ha caído al suelo.
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