Page 31 - Mi Bebé y yo 356 - Sept-Oct 2023
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• Si hay algún lugar por el que pasan todos los miembros de casa, ese es la cocina. Por ello, es una de las zonas que más
se ensucia, pero también que más limpia y desinfectada debe estar.
• Mantén todas las encimeras
y estanterías lo más despejadas posible, y límpialas y desinféctalas de forma diaria.
Lo mismo hay que hacer con el fregadero, la placa, los fogones, el horno y el microondas siempre que se utilicen. También es importante desinfectar cada día trapos y bayetas que se usan para la limpieza.
• No hace falta que sea cada
día, pero la campana extractora y los filtros también deberían limpiarse periódicamente,
al igual que los pequeños electrodomésticos y los armarios, para eliminar, sobre todo, las posibles marcas de los dedos.
• Por su parte, el suelo de la cocina siempre debe estar aspirado y bien fregado. Es el lugar donde se pueden acumular más microorganismos y, por ello, es fundamental que siempre esté bien limpio y desinfectado.
• Limpia a diario el polvo depositado en los muebles. Hazlo siempre de arriba abajo, y utilizando un paño humedecido (en lugar de los clásicos plumeros), que recoge el polvo
sin esparcirlo en el ambiente.
• Aspira a diario el sofá, los cojines y todas las superficies
de tela, ya que tienden a acumular mucho polvo, pelos de mascota e incluso restos de comida. Apuesta, sobre todo,
por tejidos sintéticos y que se puedan limpiar con facilidad.
• Mejor evitar el uso de alfombras, pues son auténticos reservorios de polvo y no están recomendadas en caso
de alergias. En todo caso, debes limpiarlas a menudo con un aspirador potente, siempre en el sentido contrario de las fibras. • Presta atención también a las lámparas: si no se limpian con frecuencia, el polvo puede acumularse en las bombillas calientes y producir compuestos orgánicos volátiles y mal olor. • Huye del exceso de decoración: los marcos de los cuadros, los recovecos de las esculturas, las plantas artificiales, etc., también retienen el polvo y los alérgenos, que pueden resultar difíciles de eliminar, y hacer que la limpieza diaria resulte
más pesada.
• Cambia la ropa de cama al menos una vez por semana y lávala a una temperatura de 60 oC, como mínimo. Haz lo mismo con los muñecos de tela o peluches.
• Aspira el colchón dos veces al año, utilizando el cepillo específico del aspirador.
• No te olvides de aspirar debajo de la cama: utiliza un adaptador para poder llegar a las zonas de difícil acceso.
• Las cortinas y los estores también se deben limpiar periódicamente. Elige aquellas que sean lavables o se puedan limpiar fácilmente con el cepillo del aspirador.
• Utiliza diferentes soluciones de almacenamiento para evitar que los objetos acumulen polvo y facilitar la limpieza de la estancia.
• Olvídate de escobas, que desplazan el polvo y otros agentes microscópicos, y apuesta por un aspirador potente
y que disponga de múltiples accesorios para limpiar cualquier tipo de superficie. • Primero, céntrate en los rincones
y en los espacios de difícil acceso
y, después, limpia las zonas más amplias. Pasa el aspirador también
por debajo de los muebles y retíralos un poco para llegar a la parte posterior de los mismos.
• Por último, friégalos y desinfectalos para eliminar manchas y garantizar
una limpieza en profundidad.
Otros tips importantes
• Deshazte de todo lo que no uses. Un exceso de cosas es
un obstáculo para tener la casa limpia y desinfectada.
• Cada cosa debe tener su lugar. No hay que amontonar los objetos ni esconderlos. Opta por cajas, clasificadores, carpetas, etc., muy útiles para mantener todo en orden.
• Los ácaros proliferan en ambientes cálidos y húmedos.
Ventila la casa a diario, y abre puertas y ventanas durante 15 minutos o más para renovar el aire, dejar que entre
la luz del sol y reducir los niveles de humedad.
• Si tienes mascotas en casa, aspira y friega los suelos con frecuencia, utilizando cepillos específicos. Lava
a máquina los textiles que estén en contacto frecuente con tu mascota, como mínimo, dos veces a la semana.
• Si tienes hijos, pídeles que colaboren en mantener la casa ordenada. Esto, además, fomenta su autonomía, porque se sienten útiles, y les aporta felicidad.
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