Page 65 - Mi bebé y yo 355, Julio-Agosto 2023
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Además de estos problemas, existen situaciones concretas que no conllevan dolor, pero que suelen generar dudas y falta de confianza en nuestra capacidad de amamantar. Se trata de las llamadas crisis de lactancia.
• Podemos decir que las crisis de lactancia no existen como tal. En realidad, se trata de cambios en el bebé, provocados por un pico de crecimiento, o en la composición de la leche, que ya no sale inmediatamente o presenta un sabor más salado. Por tanto, en cuanto el bebé se acostumbra al nuevo sabor o se ajusta la oferta y la demanda
de leche, la supuesta “crisis” desaparece.
• ¿Cuándo pueden ocurrir? Existen diferentes períodos críticos:
- Entre los 15-20 días de vida. - A las 6-7 semanas. -Alos3meses.
- A los 12 meses. -Alos2años.
Las crisis de lactancia se suelen solucionar
con paciencia y mucho pecho. La crisis de los
tres meses es la más larga y la que más tasa de abandono tiene. Tranquila, confía en ti. Si tu bebé se pasa el día en el pecho, la crisis acabará pasando.
ABSCESO
• Es un bulto que se encuentra lleno de pus, derivado de una mastitis que se complica, por no haberse tratado correctamente. Por este motivo, es importante coger las cosas a tiempo y estar atentas a nuestro pecho. Hay destetes que acaban en abscesos por malas recomendaciones. El típico comentario de “tómate la pastilla y la leche desaparece por arte
de magia” puede llevar a complicaciones como esta.
AMPOLLA
• Es igual que una ampolla que nos sale en el pie cuando estrenamos unos zapatos nuevos, pero en el pezón. En la mayoría de los casos, suele suceder cuando el agarre es superficial y el bebé succiona
de forma débil. Las ampollas se suelen solucionar de forma espontánea si el bebé se coge correctamente.
PERLA DE LECHE
• Es un punto en el pezón que puede ser blanco
o amarillento, y que suele provocar dolor, escozor
y sensación de pinchazo. Se debe a una obstrucción en el tramo final del conducto mamario provocada por un traumatismo (por ejemplo, cuando el bebé muerde o estira el pezón, o tiene un mal agarre)
o por una infección. El tratamiento depende de la causa que la haya generado.
ISQUEMIA DEL PEZÓN
• Se trata de una reducción del flujo sanguíneo en esta zona. Se caracteriza por dolor en el pezón y un cambio de color: al principio, se pone blanco; luego, morado;
y, por último, rosado. Valorar el agarre, aplicar calor seco y evitar sustancias vasoconstrictoras, como la cafeína, la teína o el alcohol, ayudan a solucionar el problema.
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Crisis de lactancia: una dificultad añadida