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LA TETERA ENCANTADA
139 Hace cincuenta años, un viejo médico que vivía en el campo cabalgó hasta la
140 ciudad, ató su caballo y con discreción, entró sigilosamente en una farmacia
141 por la puerta trasera y empezó a “regatear” con el joven dependiente. Su
142 misión estaba destinada a producir grandes riquezas para muchas personas.
143 Iba a traer al sur el beneficio más grande desde la Guerra Civil.
144 Durante más de una hora, tras el mostrador, el viejo médico y el farmacéutico
145 hablaron en voz baja. Entonces el médico salió de la tienda, fue a su calesa y
146 regresó con una voluminosa tetera antigua y una gran paleta de madera
147 (utilizada para remover los contenidos de la tetera) y las depositó en la parte
148 trasera de la tienda.
149 El farmacéutico examinó la tetera, se introdujo las manos en el bolsillo, sacó
150 un fajo de billetes y se los entregó al médico. El fajo contenía exactamente
151 quinientos dólares: ¡Eran todos los ahorros del farmacéutico!
152 El médico le entregó una pequeña hoja de papel donde había escrita una
153 fórmula secreta. ¡Las palabras de aquel pequeño trozo de papel bien valían el
154 rescate de un Rey! ¡Pero no para el médico! Esas palabras mágicas eran
155 necesarias para que la tetera empezara a hervir, pero ni el médico ni el joven
156 farmacéutico sabían las fabulosas fortunas que iban a brotar de esa tetera.
157 El viejo médico estaba satisfecho de vender esos objetos por quinientos
158 dólares. El dinero le permitiría saldar sus deudas y tener un poco de paz
159 mental. ¡El farmacéutico se estaba arriesgando mucho apostando todos sus
160 ahorros en un simple trozo de papel y una vieja tetera! Nunca soñó que su
161 inversión haría que de una tetera empezara a rebosar oro y que superaría el
162 milagroso fenómeno de la lámpara de Aladino. ¡Lo que el farmacéutico había
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