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48 afirmaciones que se hallan aquí. Si no has dominado los otros principios,
49 deberás hacerlo para poder determinar, definitivamente, si las afirmaciones de
50 este capítulo son realidad o ficción.
51 Mientras vivía la época de la “idolatría”, me encontré a mí mismo intentando
52 imitar a los que más admiraba. Además, descubrí que la FE, con la que trataba
53 de imitar a mis ídolos, me dio más capacidad para hacerlo con bastante éxito.
54 Nunca me he deshecho por completo del hábito de idolatrar, a pesar de que he
55 superado la edad en que habitualmente suele hacerse. Mi experiencia me ha
56 enseñado que para ser verdaderamente importante lo mejor que se puede hacer
57 es emular a las personas importantes, sintiendo y actuando lo más parecido
58 posible a como ellas lo hacen.
59 Mucho antes de que hubiera escrito una sola línea de una publicación o
60 hubiese tratado de dar una charla en público, tenía la costumbre de
61 reconfigurar mi propio carácter tratando de imitar a los nueve hombres cuyas
62 vidas y obras habían sido las más impresionantes para mí. Estos nueve
63 hombres eran Emerson, Paine, Edison, Darwin, Lincoln, Burbank, Napoleón,
64 Ford y Carnegie.
65 Cada noche, durante un período de muchos años, sostenía una reunión con
66 este grupo al que llamaba “Consejeros Invisibles”.
67 El procedimiento era el siguiente: justo antes de acostarme por la noche,
68 cerraba los ojos y veía, en mi imaginación, a este grupo de hombres sentado
69 conmigo alrededor de mi mesa del consejo. Aquí no sólo tenía una
70 oportunidad de sentarme entre aquellos que consideraba importantes, sino que
71 realmente dominaba el grupo, haciendo las funciones de presidente.
72 Tenía un PROPÓSITO MUY DEFINIDO al complacer mi imaginación con
73 estas reuniones nocturnas. Mi objetivo era reconstruir mi propio carácter para
74 poder representar una combinación de los caracteres de mis consejeros
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