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974 negativas son las que intentaron convencer a Thomas A. Edison de que no
975 podía construir una máquina que grabara y reprodujera la voz humana “porque
976 según decían nadie había creado jamás una máquina así”. Edison no les creyó.
977 SABÍA QUE LA MENTE PODÍA CREAR CUALQUIER COSA QUE
978 PUDIERA CONCEBIR Y CREER, y ese conocimiento fue lo que hizo
979 destacar al gran Edison del rebaño común.
980 Personas con mentes negativas le dijeron a F. W. Woolworth que quebraría si
981 intentaba poner una tienda que vendiera a cinco y diez centavos. No les creyó.
982 Sabía que podía hacer cualquier cosa, dentro de lo razonable, si respaldaba sus
983 planes con fe. Ejerció su derecho de dejar a un lado las sugerencias negativas
984 de otras personas y acumuló una fortuna de más de 100 millones de dólares.
985 Personas con mentes negativas le dijeron a George Washington que no podía
986 esperar ganar al ejército Británico, muy superior al suyo, pero ejercitó su
987 derecho Divino a CREER, por lo que este libro pudo publicarse bajo el
988 amparo de la bandera de Estados Unidos, mientras que el nombre de Lord
989 Cornwallis ha quedado relegado en el olvido.
990 Los escépticos se burlaron desdeñosamente de Henry Ford cuando probó su
991 primer automóvil construido con torpeza en las calles de Detroit. Algunos
992 dijeron que aquella cosa nunca sería práctica. Otros dijeron que nadie pagaría
993 por un aparato así.
994 FORD DIJO: “LE PROPORCIONARÉ AL MUNDO AUTOMÓVILES
995 SEGUROS”, ¡Y LO HIZO!
996 Su decisión de confiar en su propio juicio le ha hecho acumular una fortuna
997 mucho mayor de lo que podrán gastar las cinco generaciones siguientes de sus
998 descendientes. Para el beneficio de los que buscan vastas riquezas, cabe
999 recordar que prácticamente la única diferencia entre Henry Ford y la mayoría
1000 de los más de cien mil individuos que trabajan para él es que FORD TIENE 344