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283 Charles Dickens empezó poniendo etiquetas en las latas de betún. La tragedia
284 de su primer amor penetró en las profundidades de su alma y lo convirtió en
285 uno de los mejores escritores del mundo. Esa tragedia produjo, primero David
286 Copperfield y luego una sucesión de obras que hicieron de éste un mundo más
287 rico y mejor para quienes leen sus libros. Las decepciones que provocan los
288 asuntos amorosos generalmente tienen como consecuencia el abandono de los
289 hombres a la bebida y la ruina de las mujeres, esto porque la mayoría de las
290 personas nunca aprenden el arte de convertir sus emociones más fuertes en
291 sueños de naturaleza constructiva.
292 Helen Keller se quedó sorda, muda y ciega poco después de nacer. A pesar de
293 su gran desgracia, ha escrito su nombre de forma indeleble en las páginas de la
294 historia de los grandes. Toda su vida ha servido de prueba de que nadie jamás
295 está derrotado hasta que la derrota se acepta como una realidad.
296 Robert Burns fue un campesino analfabeto, maldecido por la pobreza y
297 destinado a ser un alcohólico. El mundo mejoró gracias a su existencia porque
298 arropó pensamientos bellos en la poesía y, por lo tanto, arrancó un espino y
299 plantó un rosal en su lugar.
300 Booker T. Washington nació sumido en la esclavitud, desfavorecido por su
301 raza y su color de piel. Dado que era tolerante, tenía siempre una mentalidad
302 abierta a todas las materias y era un SOÑADOR, dejó su huella para siempre
303 en una raza entera.
304 Beethoven era sordo y Milton era ciego, pero sus nombres durarán siempre
305 que el tiempo perdure porque soñaron y tradujeron sus sueños en
306 pensamientos organizados.
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