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EL MISTERIO DE LA TRANSMUTACION DEL SEXO 269
314 Las vidas de muchas personas de cuarenta años, y de algunas con bastantes años
315 más, reflejan una continua disipación de energías que podrían haber sido más
316 provechosas si las hubieran dirigido hacia otros canales. Esparcen salvajemente sus
317 mejores y más poderosas emociones a los cuatro vientos. De este hábito del macho
318 surgió la expresión "echar canas al aire".
319 El deseo de la expresión sexual es con mucho la emoción humana más fuerte e
320 impulsiva, y por esta misma razón, este deseo, cuando se domina y convierte en
321 una acción distinta de la expresión física, puede elevarnos a la categoría de genio.
322 Uno de los empresarios más competentes de Estados Unidos admitió francamente
323 que su atractiva secretaria fue la responsable de la mayor parte de los planes que
324 creó. Admitió que su presencia lo elevaba a las alturas de la imaginación creativa,
325 situación que no podía experimentar con otros estímulos.
326 Uno de los hombres más exitosos de Estados Unidos le debe la mayor parte de su
327 éxito a la influencia de una mujer joven sumamente encantadora que fue su fuente
328 de inspiración durante más de doce años.
329 Todos conocen al hombre al que me estoy refiriendo, si bien no todos conocen la
330 VERDADERA FUENTE de sus logros.
331 La historia no carece de ejemplos de personas que alcanzaron la categoría de genios
332 a raíz del uso de estímulos mentales artificiales en forma de alcohol y
333 estupefacientes. Edgar Allan Poe escribió "El Cuervo" bajo los efectos del licor,
334 "soñando sueños que ningún mortal se atrevió a soñar jamás". James Whitcomb
335 Riley escribió su mejor obra bajo los efectos del alcohol. Quizás fue así como vio
336 "el ordenado entrelazamiento de lo real y del sueño, el molino por encima del río
337 y la niebla por encima de la corriente". Robert Burns escribía mejor cuando estaba
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