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326 PIENSE Y HÁGASE RICO
110 Este temor paraliza la facultad de razonamiento, destruye la facultad de la
111 imaginación, extermina la confianza en uno mismo, debilita el entusiasmo,
112 desalienta la iniciativa, lleva a la incertidumbre, fomenta la demora, se lleva el
113 entusiasmo y hace que el autocontrol resulte imposible. Se lleva el encanto de la
114 personalidad, destruye la posibilidad de pensar adecuadamente, distrae la
115 concentración de los esfuerzos, domina la persistencia, convierte en nada la fuerza
116 de voluntad, destruye la ambición, opaca la memoria e invita al fracaso de cualquier
117 forma posible; termina con el amor y con las emociones más bondadosas,
118 desalienta la amistad e invita al desastre de todo tipo, conduce al desvelo, el
119 sufrimiento y la infelicidad. Y todo esto a pesar de que vivimos en un mundo con
120 sobreabundancia de todo lo que el corazón podría desear, con nada que se
121 interponga entre nosotros y nuestros deseos, excepto la falta de un propósito
122 definido.
123 El miedo a la pobreza es, sin duda, el más destructivo de todos los miedos.
124 Encabeza la lista porque es el más difícil de vencer. Se necesita un valor
125 considerable para exponer la verdad sobre el origen de este miedo, y aún más para
126 aceptarlo. El miedo a la pobreza surgió de la tendencia INNATA DEL SER
127 HUMANO DE CAZAR ECONÓMICAMENTE AL PRÓJIMO. Casi todos los
128 animales están motivados por instinto, pero su capacidad de "pensar" es limitada.
129 Por consiguiente, devoran a los demás físicamente. El ser humano, con su
130 sensación superior de intuición, con la capacidad de pensar y razonar, no se come
131 el cuerpo de su prójimo, porque logra más satisfacción al "comérselo"
132 ECONÓMICAMENTE. El ser humano es tan avaricioso que todas las leyes que
133 existen se han promulgado para salvaguardarlo de sus semejantes.
134 De todas las épocas del mundo de las que sabemos algo, la que vivimos parece
135 destacarse por la locura del ser humano por el dinero. Un individuo no vale nada