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Descubre las consecuencias que /ene no cuidar tu boca en la prác/ca de tu disciplina
Nos lo sabemos desde que somos niños: hay que lavarse los dientes tres veces al día.
Sin embargo, a medida que crecemos, cada vez le vamos dando menos importancia a la higiene dental y cada vez nos preocupamos menos por la salud de nuestra boca.
Pero, ¿qué pasa si ese descuido acaba afectando a algo que nos apasiona? ¿qué pasa si nuestro hobby se ve resenCdo como consecuencia de un mal hábito?
Quizá llegó la hora de retomar las buenas costumbres, ya que, de lo contrario, podrías sufrir algunas de las siguientes consecuencias:
Consecuencias de una mala alimentación
Cuando hablamos de la alimentación de un deporCsta, y más aún cuando hablamos de un nivel ya profesional, lo primero que se nos viene a la mente es la ingesta de hidratos de carbono: pasta, arroz, barritas energéCcas, bebidas azucaradas...
Si a ese Cpo de alimentación se le suman largos periodos de entrenamientos donde los restos de comida permanecen durante horas generando bacterias en los dientes, la probabilidad de provocar una infección aumenta exponencialmente.
Y a pesar de que la infección se haya generado en la boca, las bacterias son capaces de uClizar las vías sanguíneas a las que acceden a través de las encías para llegar a otras partes del cuerpo como los músculos o los órganos... Y como consecuencia, se percibirá una bajada del rendimiento Msico durante la prácCca deporCva.
Mala alimentación -> Infección -> Bajo rendimiento
Consecuencias de una mala mordida
Una mala oclusión de la mordida va mucho más allá de una simple cuesCón estéCca (que también). Ya que la arCculación temporomandibular que une la mandíbula con el maxilar, es la encargada de mantener nuestro cuerpo en equilibrio.
Cuando, debido a una mala mordida, se rompe el equilibrio, los músculos de nuestro cuerpo tendrán que compensar ese desequilibrio forzando determinadas posturas.