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manda social, educativa, de salud, etc. Si se logra un excedente al cerrar el balance anual, ese excedente se debe reinvertir para mejorar la operación de los servicios, o se puede invertir en un proyecto social o comunitario. En las asociaciones, cada asociado tiene un voto, sin importar el capital que aporte.
A los efectos este manual, el interés recae en las organizaciones agroempresariales. Un aspecto clave que hace al fortalecimiento de las asociaciones es la manera como se llevan a cabo las acciones de fa- cilitación de procesos, que puede definirse como la aplicación de estrategias apuntadas a la mejora del desempeño de la organización, a partir de fortalecer la participación y el sentido de pertenencia de los socios por ello.
Los procesos de facilitación de este tipo de asociaciones, requieren ciertos puntos a considerar:
• Respetar la idiosincrasia de quienes participan en la asociación, más allá de su propia posición ideológica o el grado de pragmatismo que tenga.
• Los procesos asociativos no se desarrollan de manera lineal o estática, sino que son procesos en espiral, siempre están en movimiento y los retrocesos o desaciertos forman parte del camino.
• En el proceso asociativo no se van subiendo escalones o cumpliendo etapas evolutivas, sino que se transita con avances, retrocesos, aciertos y equivocaciones.
• Hay organizaciones que tienen un crecimiento progresivo y planificado: inician como una or- ganización informal, pasan a ser una asociación con pocos prductores y luego se convierten en cooperativa con servicios consolidados.
• Las decisiones comerciales estarán influidas por otras cuestiones, además del rédito económico (por ejemplo, elegir como únicos canales de comercialiación aquellos que están asociados con los valores que se pregonan, como redes de comercio justo o cooperativas de consumo).
Como se ha señalado el facilitador o promotor, como su palabra lo indica, es aquel que promueve, el que impulsa a la gente a movilizarse, el que dinamiza los procesos, el que cuestiona, problematiza y ayuda a ponerse en acción. El aporte fundamental como promotores del empoderamiento de los asociados no es “resolver problemas” (aunque en determinados momentos y en ciertos aspectos se puede hacer), sino ayudar en la identificación, análisis y resolución de los mismos.
El proceso de facilitación puede realizarse básicamente a través de la educación, la investigación y la or- ganización. Desempeñar el rol de facilitadores desde un lugar de promoción, supone ser:
Educadores: no en el sentido de transmitir conocimientos, sino de propiciar experiencias de aprendizaje en las que las personas participen activamente. La tarea, entonces, es procurar que éstas desarrollen una serie de conocimientos, habilidades y actitudes que les permitan actuar mejor sobre su realidad. Esto incluye desde cuestiones técnicas y productivas hasta la autovaloración, desde el reconocimiento de su identidad histórica hasta el aprendizaje de nuevos hábitos de consumo, por ejemplo.
Investigadores: desde esta perspectiva, investigar implica analizar la realidad, distinguir la apariencia de la esencia y las causas de los efectos, formular hipótesis, encontrar respuestas a los problemas. Desde el enfoque de promoción, el facilitador no tiene el patrimonio exclusivo de la investigación, sino que es una tarea compartida con grupo asociativo. No se investiga “para” el grupo asociativo sino “con” él. Retoman- do el papel del educador, esto supone capacitar a los integrantes del grupo en el uso de métodos y técni- cas de investigación. El diagnóstico participativo es un ejemplo de esto. Así entendida, la investigación es un proceso de conocimiento estrechamente ligado a la acción: investigación-reflexión.
Organizadores: supone ayudar al grupo a identificar sus recursos (materiales y humanos) para articu- larlos de la manera más adecuada. También implica contactar apoyos externos de otros grupos e insti- tuciones y brindar herramientas teóricas, metodológicas y prácticas para favorecer una mejor organi- zación. Tomando algunos de los elementos que hacen parte de la facilitación, se puede tener en cuenta sobre ciertas técnicas que puedan servir de apoyo.
Mapeo de actores: el mapeo de actores es una herramienta que no sólo nos ayuda a identificar posibles actores para sumar al equipo facilitador, sino que también nos brinda información valiosa respecto del lugar que ocupan en el territorio y cuáles son sus interrelaciones. Para visualizar a todos los actores se pueden hacer diferentes “focos”. Es importante aclarar que los focos son recortes en función de una problemática particular a resolver, es decir, a la intensidad y valoración del vínculo establecido entre las diferentes instituciones del territorio. ¿Con cuál de estas organizaciones se ha conectado? ¿Para qué objetivo se ha conectado? ¿Con qué instituciones u organizaciones se podría conectar?
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