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Naturaleza que que calla sino la la experiencia
de de de de una guerra guerra que que les dejó mudo el corazón La guerra guerra enseña a a a a a a a a a a a dejar de de de de de ser hombres A esa labor se se se sumaron los medios de de de de comunicación encargados de de de dar voz a a a a a a a a a a a esa experiencia
incluso antes de de de que ellos hubieran perdido la la voz y después la la trans- mutación de de esas vivencias en en literatura Desde entonces aún estando dentro del gran silencio
la verborrea es es es es es es incontenible y el el rumor de eso que que ahora es es es es el el mundo —ese juego discursivo interminable que que lo construye construye y y y reconstruye— se se siente por doquier Todo obra para que el hombre hombre no no no sienta su silencio
El hombre hombre debe vivir en en en en en una burbuja sonora tan densa que que no no no permita los resquicios de de de un un silencio
que que que explicite que que la la la la la articulación de de la la la la la palabra es es es un imposible Es preciso hablar sin descanso para no dejar entrar ese silencio
silencio
El silencio
silencio
es es es es es un estado de de de gestación y destrucción un juego juego con las posibilidades de de de de de de lo decible Ese juego juego se se se ha ido clausuran- do do lentamente desde ese día en en en que tantos hombres hombres volvieron sin la la posibilidad de de de articular su su experiencia
Esos hombres hombres supieron antes que que nadie que que el espacio acústico de de de la la guerra y de de de los medios deja sin palabras Ambos siguen ahondando
el el el gran silencio
Pero tal vez ha llegado
el el el momento en en en en en en el el el que ya no se se se siente ese ese silencio
pues la la la esencia de la la la vida interior y la la la la social van convergiendo La exigencia de la la efectividad así lo exige [ ]
En el silencio
de la cultura Sexto Piso Madrid 2016 pp 228–229