Page 16 - Nº13
P. 16
Desde finales de los 70 hasta inicios de los 90, el estudio Shaw Bros. produjo cientos de filmes de artes marciales, protagonizados por algunos de los practicantes de wushu y kung fu más importantes de China. Fueron pioneros realizando desde épicas historias hasta comedias.
Los Hermanos Shaw
Nació en 1896, sexto hijo y heredero de una empresa creciente, y creció en un periodo cuando los hombres aún usaban nombres de cortesía (el suyo era Zuiweng, el “Anciano Borracho”) y las mujeres aún ataban sus pies. Runjie era un abogado notable y se involucraba en numerosos negocios. Los Shaw inicialmente establecieron cines como pasatiempo. Las familias grandes y adineradas acostumbraban inaugurar cines y obras de teatro, frecuentar actores y artistas y generalmente ayudar a la comunidad a través de empresas culturales.
A Shanghai en 1920 le gustaba el entretenimiento, así como a la mayoría de los lugares en ese tiempo, y la evolución de la industria cinematográfica en los Estados Unidos y Europa dio pie a adaptaciones similares de obras chinas populares. Los hermanos Shaw, dirigidos por Runjie, produjeron algunos de los primeros filmes de cine mudo y el pasatiempo filántropo de pronto se volvió el negocio principal del clan.
El logo de los Hermanos Shaw es todo un icono para una generación entera
de niños.
El negocio cinematográfico del clan tiene sus orígenes en una de las épocas más emocionantes de China, el periodo después de la caída del orden imperial en 1911 y antes de la liberación a manos de los Comunistas en 1949.
El clan Shao (邵) eran empresarios de las cercanías de Ningbo en la provincia de Zhejiang. Las personas de esta área, llamadas jiangman (“sur del río”), aún son consideradas hoy en día como los empresarios más sabios en China. Comenzaron con los textiles pero fueron ampliando sus negocios rápidamente.
El patriarca de la organización que eventualmente creó el género de cine de kung fu fue un hombre llamado Shao Runjie.