Page 65 - Revista Gx junio 2017

incluso personales En el el telón de l lo cticio siempre ha sido más sencillo “metaforizar” las opiniones críticas o o o o o o visiones de lo que nos acontece Esto brindó un amplio control creativo y libertad para contar las historias que se le apetecieron Fue el embrión de un fenómeno que llevo a a a niveles masivos la Sci-Fi las historias fuera de realidad que para un público fueron el máximo entretenimiento y para otros una manera inteligente de de disfrazar opiniones sobre el sistema de de la época Indiscutiblemente desde la la óptica que se pre era The Twil- ght Zone (Dimensión Desconocida La quinta Dimensión Dimensión En los Límites de la Realidad) es es es un vestigio visual y emocional al al al al que nadie puede renunciar Su primera etapa de de 1959 a a a a a a 1964 regaló 5 5 temporadas con 156 episodios plagados de breves historias que alimentaron el el hábito semanal del espectador de de añorar una fecha y horario para ponerse cómodo frente a a a a a a a a un un aparato televisor Todo un ritual Serie a a a a a a a veces angustiante otras depresiva desesperanzado- ra en ocasiones alegre pero siempre intrigante y con vueltas de de tuerca que han dejado episodios inolvidables Sin duda y nadie puede desmentirlo hizo época No necesita color es es es perfecta en blanco y y negro su narrador y y an an trión un perso- naje omnisciente de cada historia sigue siendo un amigable Virgilio que nos ha permitido pasear en sus jardines Es una serie que a a a a a a título personal extraño No puedo parar de explorarla Con frecuencia imagino (añoro) momentos en en en los que la la voz de Rod Serling (no importa si está doblada al cas- tellano) está narrando algún episodio en en el el que me presenta a a a a su su público como un visitante más de su su imaginería Sigo esperando que ocurra / 063
Indiscutiblemente desde la óptica que se pre era The Twilght Zone (Dimensión Desconocida La Quinta Di- mensión En los Límites de la Realidad) es es es un vestigio visual y emocional al al al al que nadie puede renunciar