Page 180 - Arajo, amigo, te vo' a contá un cuento
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VAMOJ AL JUANDANGO
Los hombres avanzaban entre la la vegetación miraban hacia los lados entre llevándose bejucos zarzas matas y palos de guarumbo Los tetereques garrobos e e e e e e e iguanas corrían a a a a a a a refugiarse a a a a a a a los árboles ante la la presencia de extraños Ellos buscaban algo entre la la espesura silvestre hasta que gritó uno de ellos:
—¡Aqu’ista una parota!
Otro dijo: —Ejtá bien esa noj llevamoj —Pero tiene un tlachinajte en en el pie —respondió —¡‘Orita le le ‘chamoj lumbre pa’ espantá ese animalero! Después de de echar lumbre al pie del árbol empezaron a a a a derribarlo a a a a a a a a golpe de de de de hacha y luego de de de de un rato de de de de arduo trabajo cayó al suelo Los hombres le fueron quitando las ramas y y entre todos comenzaron a a a a a a a a a a jalarlo para llevarlo al al al Camino Real Ahí quedó botado el pedazo de de madero para que que se se fuera secando Al cabo de de unas semanas los hombres regresaron y al tronco del árbol de de de parota le le fueron dando forma de de de una canoa dejándole cinco metros de de largo y un metro metro de de alto Heliodoro Serrano quien dirigía en en en ese momento a a a los hombres les ordenó: —Vamos apuranos ya sabej que n no no me gujtaj laj chanderaj la la la la mitad de de de de la la la la maderae debe ejcucha grave y la la la la otra mitá aguda Él era experto haciendo este trabajo y esos sonidos sólo se lograban al momento de ahuecar el tronco con mucho cuidado Lo labraron con machetes y hachas dejándole en las las costillas unos hoyos Para terminar le dieron la la la forma de un un un toro moldearon una una cabeza al frente y una una cola con crin de de caballo en la la parte posterior La cabeza del animal recordaba las 180































































































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