Page 25 - Te cuento y me cuentas
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—¡Ahora sí voy a a a a a a a a a a a a comerte ya no me me me vas a a a a a a a a a a a a engañar otra vez! Y nuevamente el el tlacuache exclamó:
—¡No tío no no no lo lo lo haga! si lo lo lo hace el el cerro se nos nos va va va a a a a a a a a a a a a a a a venir encima y y y nos nos vamos a a a a a a a a a a a morir los dos mejor ayúdeme porque ya tengo rato deteniéndolo El tigre asustado le contestó:
—¡Sí compadre tlacuache con con gusto te te te te ayudo!
Ya tenían un buen rato deteniendo el el cerro cuando empezaron
a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a sentir hambre el el tigre sabiendo lo que que pasaría si si se se se comía al tla- cuache cuache pre rió aguantarse sin saber que que éste tenía otro plan para molestarlo Un poco más tarde el tlacuache le le habló:
—Tío yo iré por por comida porque los dos ya tenemos hambre vuelvo rápido mientras usted sostiene el el cerro para que que no no se nos venga encima El tigre aceptó y respondió: —¡No te tardes!
El tlacuache muy muy contento se fue corriendo hasta muy muy lejos en en en donde el el el tigre tigre no no no lo pudiera alcanzar Ya había obscurecido el el el tigre tigre estaba muy enojado porque el el el el el tlacuache no no no regresaba agotado y y y sin fuerzas decidió soltar el el el cerro cayó de de rodillas al suelo miró hacia arriba y y y notó sorprendido que que no no n se se le venía encima ¡Terminó quedándose dormido y y con la panza vacía!
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