Page 28 - Te cuento y me cuentas
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UNA GRAN LECCIÓN
Bertha Elizabeth Pérez González
Huixtlán Chiapas
Caminábamos todos juntos no no queríamos separarnos porque el el viento estaba muy fuerte y y el el frío calaba los huesos Los árboles se se movían de un lado a a a a a a a a a a a a a a a a a a a otro como como gigantes que quisieran atraparnos las hojas caían como como lluvia por todo el camino Habíamos caminado mucho tiempo y y y estábamos cansados y y y hambrientos los pies nos nos nos pesaban y y y el estómago nos nos nos pedía a a a a a a a a a a a a a a a a a a a gritos comida Decidimos sentarnos bajo un un árbol para conseguir cobijar- nos nos nos nos Prendimos una fogata y y nos nos nos nos acomodamos alrededor de de ella las piedras y y y el el pasto estaban bastante fríos pero no no no no nos nos nos importó lo lo único que que que queríamos era comer y y rápidamente comenzamos a a a a a a a a a a a a a a a calentar lo lo que que que llevábamos Cada uno se se se se sirvió y y se se se se sentó muy rápido alrededor de de de la fogata para protegerse del clima tan hostil Conforme introducíamos los bocados nuestros nuestros estómagos fueron fueron dejando de de de gritar y nuestros nuestros pies fueron fueron recobrando fuerza Papá dijo: —El camino ha sido difícil descansaremos un rato y después seguiremos para poder llegar antes de de de de de que anochezca— Todos nos nos dispusimos a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a descansar estirábamos los pies y nos nos acos- tábamos sobre el pasto pero nadie se alejaba de de de la la fogata El viento no cesaba de de soplar y conforme pasaban los minutos el el frío se se podía sentir más fuerte El abuelo nos llamó: —Niños acérquense mientras descansamos que que les voy a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a contar contar una historia Cuando era joven mis padres me la la la la contaron ahora yo se se las diré y y y ustedes podrán platicársela a a a a a a a a a a a a a a a sus hijos Había un joven llamado Antonio que vivía con sus padres en en una casita cercana al río Cada mañana Toño se se levantaba pedía su su su desayuno y y y después se se volvía a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a a acostar por lo que sus padres esta- ban cansados de de de de de la la actitud del joven y y y entonces le dijeron:
—Toño si no vas a a a a a a a a a a a a a a a a a a a cooperar con los gastos de de de la la casa trayendo dinero o o o o o o o o o o o o o o o o o haciendo alguna actividad lo lo mejor será que que que te vayas y y y y busques donde vivir porque aquí ya no puedes estar El regaño fue tal que que que que Toño se asustó Jamás sus sus padres le le habían reprochado nada y y y entonces comprendió que que había había llegado el el mo- mento de ayudar a a a a a a a a a a su familia y y y se disculpó con ellos:
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