Page 3 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar

A corazón abierto
Siempre supe que mi destino estaba atado inexorablemente a la industria far- macéutica. Crecí en una familia con vasta experiencia en laboratorios medicina- les. Mi abuelo, Gregor Zidar, había fundado un pequeño pero exitoso laboratorio llamado EXA, y mi padre Goyo continuó con el legado, convirtiéndose en un referente del sector.
Fue precisamente mi padre quien me transmitió, desde que tengo uso de razón, su infinito saber y sobre todo, su pasión y amor por lo que hacía. Nobleza obliga, siempre me educó con el lema “alas y libertad”, enseñándome que no importara lo que yo eligiera para mi vida mientras me hiciera feliz. Pero no hubo caso, ya desde pequeño me sentía atraído por el mundo farmacéutico.
Recuerdo como si fuese hoy cuando guardaba mis juguetes en una caja de Salicrem o cuando esperaba con ansias la revista Billiken para comer las pasti- llas Ultra C que “hacía mi papá”. Ya en mi adolescencia vislumbraba mi futuro con una sorprendente claridad. De a poco, me transformé en el “médico” de mis amigos, que siempre me consultaban que tomar ante un dolor de cabeza o estómago.
En 1999, más precisamente en abril, comencé a trabajar en Beta a la edad de 20 años mientras terminaba mis estudios en la UCA. Ahí me enteré que el “día del visitador médico” era el 26 de mayo, fecha de mi natalicio. Ya no me quedaban dudas de que el destino me tenía reservado un lugar en la comunidad farmacéu- tica. Con el correr de los años, mi pasión crecía cada vez más.
Trabajar en algo que a uno lo apasiona es una bendición para pocos, pero to- davía tenía un vacío en el aspecto profesional: la docencia. Guillermo Storni me convocó en el 2012 para que lo acompañe en sus cátedras, Estrategia Em- presaria y Dirección General. Y otra vez sentí un guiño del destino cuando
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