Page 45 - Mi bebé y yo 331 - Abril 2020
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FRESAS
Deliciosas, jugosas y refrescantes, las fresas encantan tanto a mayores como a pequeños, pero es que, además, tienen multitud de propiedades.
• Las fresas contienen pocas calorías y son muy ricas en vitaminas y factores antioxidantes. Las fresas son más ricas en vitamina C que las naranjas y también contienen ácido elágico, una sustancia que ejerce una función antitumoral y una importante actividad antibacteriana
y antivírica.
• A la hora de elegirlas, hay que comprobar que sean carnosas, de un brillante color rojo, sin manchas ni rastro de moho, con el cáliz verde y el pedúnculo fresco. • Lo ideal es consumirlas procedentes de cultivos biológicos. Debido a que están muy cerca de la tierra,
a la configuración de sus frutos y a la velocidad de su crecimiento, se encuentran entre las frutas que tienden a absorber en mayor medida los residuos químicos que se utilizan en la agricultura intensiva.
• No es conveniente introducir las fresas en la dieta
del niño antes de los 12 meses, ya que, con cierta frecuencia, suelen desarrollar algún tipo de alergia.
GUISANTES
Los guisantes se encuentran entre las legumbres preferidas por los niños debido a su dulce sabor. • Los guisantes representan una óptima fuente de proteínas (sin son frescos, contienen más
del 5%), aunque hay que combinarlas con cereales para aumentar la calidad de las proteínas y hacerlas comparables a las de la carne.
• Los guisantes también aportan sales minerales (concretamente, hierro y fósforo) y vitaminas A, C
y del grupo B, mientras que su contenido en grasas
es muy bajo, inferior al del resto de las legumbres.
• Otro de sus puntos fuertes es la fibra, especialmente útil para combatir el estreñimiento.
• Cuando compremos guisantes, tenemos que comprobar que sean muy frescos, basándonos en el aspecto terso y brillante de las vainas. Deben consumirse en poco tiempo, desgranándolos poco antes de usarlos, para reducir al mínimo la pérdida de nutrientes.
• Si bien en estos meses merece la pena comprarlos frescos, el resto del año se puede recurrir sin problemas a los congelados y secos, mejor que los enlatados.
• En puré, resultan más digestivos para los niños. Después, se puede pasar a los guisantes enteros.
ESPÁRRAGOS
Podemos encontrarlos desde el mes de febrero, pero su máximo esplendor se da entre abril y junio.
• Los espárragos son ricos en importantes vitaminas
(A, C, E, B1, B2 y PP) y sales minerales (sobre todo, hierro, fósforo y manganeso), ejercen una acción diurética, estimulando los riñones directamente, y ayudan a reducir la presencia de glucosa en la orina en las personas diabéticas.
• Por su acción diurética, requieren moderación en su consumo por parte de quienes sufren insuficiencia renal, puesto que contienen una considerable cantidad de purinas y de ácido oxálico, sustancias que cuesta eliminar del organismo.
• Al elegirlos, hay que comprobar que sean de color verde claro, con las puntas redondeadas y rectas, de un tamaño regular y con las puntas compactas y no abiertas. • En general, son del agrado de los adultos por su marcado sabor, pero no resultan tan agradables para los niños. Todo cambia si se “esconden” en un molde, junto con otras verduras y requesón, o bien en un apetitoso risotto de verduras.
REMOLACHA
La remolacha tiene un sabor dulce, por lo que es
casi más apreciada por los niños que por los adultos.
• Por su composición, la remolacha contiene un poco de todo: además de un 4% de azúcares, que ayudan
a recuperar la energía, aporta muchas sales minerales (potasio, fósforo, calcio, sodio y hierro) y proporciona una elevada cantidad de fibra, importante para la correcta función intestinal.
• Muchos de los efectos positivos de la remolacha
se deben a la presencia de antocianos, los pigmentos que le dan ese color rojo característico y que resultan muy útiles para contrastar la acción degenerativa
de los radicales libres.
• Sus extractos concentrados también se han utilizado con efectos muy positivos en el tratamiento de algunas enfermedades: artritis, artrosis o dermatitis, entre otras.
• Si compramos la remolacha cruda, debemos comprobar que la piel esté perfectamente lisa,
sin manchas marrones o verdosas.
• Su elevado contenido en ácido oxálico, un compuesto que tiende a reducir la absorción de calcio y de otros minerales, hace que su introducción en la dieta del niño deba retrasarse hasta después del primer año.
#frutasyverdurasdetemporada
Mibebeyyo #67#





























































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