Page 104 - Cómo aprendimos a volar (II Edición)
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 Consejos para hacer volar una cometa
Cuando notes que tu vida se cae en pedacitos, no sueltes el hilo. Tal vez todavía no sale el sol de tu corazón, deja que el sol nazca de tu corazón y brillará tu día.
Cuando la lluvia de lágrimas empañe el cristal de tus ojos y mojen tu cometa, no sueltes el hilo. Deja que el agua limpie tus culpabilidades y tus heridas.
Cuando la respiración se corta y parece que el viento sigue su rumbo, olvidando tu cometa, no sueltes el hilo.
Cuando tu fuerza no da más y te has quedadodormida bajo la montaña, toma un descanso, saca el coraje y levántate, inicia el camino a la cima, no sueltes tu cometa hasta llegar y verla volar, ofrece a la tierra los temores y sé libre.
Mientras tú y tu cometa estén conectadas por el cordón de la vida, no la sueltes, de seguro se está gestando una semilla.
Tu vida no es un sueño, es real, así como real eres tú y real es tu cometa. No es algo nuevo, es despertar a nuestra conciencia ancestral de ser libres, de fluir con el agua y con el viento.
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