Page 1264 - Biblia el Unico Dios
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 11 Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.»
Isa.42:1; Mt.12:18; 17:5; Mr.9:7; Lc.9:35
Tentación de Jesús
(Mt.4.1-11; Lc.4.1-13
12 Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto.
13 y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.
Jesús principia su ministerio
(Mt.4.12-17; Lc.4.14-15)
14 Después que metieron a Juan en la cárcel, Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios.
15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva.»
Mt.3:2
Jesús llama a cuatro pescadores
(Mt.4.18-22; Lc.5.1-11)
16 Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, su hermano largando las redes en el mar, pues eran pescadores.
17 Jesús les dijo: «Vengan conmigo, y los haré llegar a ser pescadores de hombres.»
18 Al instante, dejando las redes, le siguieron.
19 Caminando un poco más adelante, Jesús vio a Santiago, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes;
20 y al instante Jesús los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él.
Un hombre que tenía un espíritu inmundo
(Lc.4.31-37)
21 Llegaron a Capernaum, y en el día de reposo Jesús entró en la sinagoga y se puso a enseñar.
22 Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
Mt.7:28-29
23 En la sinagoga del pueblo había un hombre que tenía un espíritu impuro, el cual gritó:
24 «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo hijo de Dios.»
25 Jesús, entonces, le reprendió diciendo: «Cállate y sal de él.»
26 Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
27 Todos quedaron asombrados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen.»
28 Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.
Jesús sana a la suegra de Pedro
(Mt.8.14-15; Lc.4.38-39)




































































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