Page 1329 - Biblia el Unico Dios
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9 por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.”»
Jesús sana a una mujer en el día sábado
10 Un sábado Jesús se había puesto a enseñar en una sinagoga;
11 y había una mujer a la que un espíritu la tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse.
12 Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.»
13 Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.
14 Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; vengan, pues, esos días a ser curados, y no en día de sábado.»
15 Entonces Jesús le respondió: «¡Hipócritas! ¿No desatan del pesebre todos ustedes en sábado a su buey o su asno para llevarlos a beber?
16 Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?»
17 Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía.
Parábola de la semilla de mostaza
(Mt.13.31-32; Mr.4.30-32)
18 Jesús también les dijo: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé?
19 Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su jardín, y creció hasta hacerse árbol, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»
Parábola de la levadura
(Mt.13.33)
20 También dijo Jesús: «¿A qué compararé el Reino de Dios?
21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo.»
La puerta estrecha
(Mt.7.13-14;21-23)
22 En su camino a Jerusalén, Jesús enseñaba en los pueblos y aldeas por donde pasaba.
23 Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» El les dijo:
24 «Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque, les digo, muchos querrán entrar y no podrán.
25 «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, se pondrán los que estén fuera a llamar a la puerta, diciendo: “¡Señor, ábrenos!” Y les responderá: “No sé de dónde son.”
26 Entonces empezaran a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas”;
27 y les volverá a decir: “No sé de dónde son. ¡Apártense de mí, todos los agentes de injusticia!”
28 «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a ustedes los echan fuera.