Page 1365 - Biblia el Unico Dios

66 Desde entonces, muchos de los que habían seguido a Jesús lo dejaron, y ya no andaban con él.
67 Jesús dijo entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren marcharse?»
68 Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,
69 y nosotros creemos y sabemos que tú eres el salvador, el hijo del Dios viviente.»
70 Jesús les respondió: «¿No los he elegido yo a ustedes, los Doce? Y uno de ustedes es un diablo.»
71 Hablaba de Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste le iba a entregar, y era uno de los Doce.
Juan 7
1 Después de esto, Jesús andaba por Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle.
2 Pero se acercaba la fiesta judía de las Tiendas (tabernáculos).
3 Y le dijeron sus hermanos: «Sal de aquí y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces,
4 porque nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo.»
5 Es que ni siquiera sus hermanos creían en él.
6 Entonces les dice Jesús: «Todavía no ha llegado mi tiempo, en cambio su tiempo siempre está a mano.
7 Los que son del mundo no pueden odiarlos a ustedes; pero a mí me odian, porque yo hago ver claramente que lo que hacen es malo.
8 Suban ustedes a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque aún no se ha cumplido mi tiempo.»
9 Dicho esto, se quedó en Galilea.
Jesús en la fiesta de los tabernáculos
10 Pero después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces Jesús también subió no manifiestamente, sino de incógnito
11 Los judíos, durante la fiesta, andaban buscándole y decían: «¿Dónde está ése?»
12 Entre la gente había muchos comentarios acerca de Jesús. Unos decían: «Es bueno.» Otros decían: «No, sino que engaña al pueblo.»
13 Pero nadie hablaba de él abiertamente por miedo a los judíos.
14 Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar.
15 Los judíos, asombrados, decían: «¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?»
16 Jesús les respondió: «Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
Incredulidad de los hermanos de Jesús