Page 1566 - Biblia el Unico Dios
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14 porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios.
15 También el Espíritu Santo nos da testimonio de ello. Porque, después de haber dicho:
16 Esta es la Alianza que pactaré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las grabaré,
Je.31:33
17 añade: Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya.
Je.31:34
18 Ahora bien, donde hay remisión de estas cosas, ya no hay más ofrenda por el pecado.
19 Teniendo, hermanos, plena seguridad para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús,
20 por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través del velo, es decir, de su propia carne,
21 y con un Sumo Sacerdote al frente de la casa de Dios.
22 Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura.
Lv.8:30; Lv.8:6
23 Mantengamos firme la confesión de la esperanza, porque fiel es el autor de la Promesa.
24 Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras,
25 No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.
Advertencia al que peca deliberadamente
26 Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el pleno
conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados,
27 sino la terrible espera del juicio y la furia del fuego pronto a devorar a los
rebeldes.
28 Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a muerte sin compasión, por
la declaración de dos o tres testigos.
Dt.17:6; 19:15
29 ¿No creen ustedes que mucho mayor castigo merecen los que pisotean al Hijo de Dios y desprecian su sangre, los que insultan al Espíritu del Dios que los ama? Esa sangre es la que confirma la alianza, y con ella han sido ellos consagrados. 30 Conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo.
31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
32 Pero recuerden ustedes los tiempos pasados, cuando acababan ustedes de recibir la luz y soportaron con fortaleza los sufrimientos de una gran lucha.