Page 1603 - Biblia el Unico Dios
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6 Entonces vi, de pie, en medio del trono y de los cuatro seres vivientes y de los Ancianos, un Cordero, como degollado(inmolado); tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios, enviados a toda la tierra.
7 Y se acercó y tomó el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono. 8 Cuando lo tomó, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno un arpa y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos.
9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación Ap.15:4
10 y has hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de Sacerdotes, y reinan sobre la tierra.»
11 Y en la visión oí la voz de una multitud de Ángeles alrededor del trono, de los seres vivientes y de los Ancianos. Su número era millones de millones y millones de millones, Ap.7:9
12 y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero inmolado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.»
13 Y toda criatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían: «Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y potencia por los siglos de los siglos.»
14 Y los cuatro seres vivientes decían: «Amén»; y los Ancianos se postraron para adorar.
Apocalipsis 6
Los sellos
1 Y seguí viendo: Cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro seres vivientes que decía con voz como de trueno: «Ven y mira.
2 Miré y había un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor, y para seguir venciendo.
3 Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: «Ven y mira.
4 Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se mataran unos a otros; se le dio una espada grande.
5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente que decía: «Ven y mira. Miré entonces y había un caballo negro; el que lo montaba tenía en la mano una balanza,
6 y oí como una voz en medio de los cuatro seres vivientes que decía: «Una libra de trigo por un denario, tres libras de cebada por un denario. Pero no causes daño al aceite y al vino.»
7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: «Ven y mira.