Page 454 - Biblia el Unico Dios
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15 Dijeron al rey sus servidores: «Para todo cuanto mi señor el rey elija estamos aquí tus servidores.»
16 El rey salió con toda su casa, a pie, dejando diez concubinas para guardar la casa.
17 Salió el rey a pie, con todo el pueblo, y se detuvieron en la última casa. 18 Estaban con él todos sus oficiales. Todos los cereteos, los peleteos, Itai y todos los getitas, seiscientos hombres que le habían seguido desde Gat, marchaban delante del rey.
19 Y dijo el rey a Itai el getita: «¿Por qué has de venir tú también conmigo? Vuélvete y quédate con el rey porque eres un extranjero, desterrado también de tu país.
20 Llegaste ayer ¿y voy a obligarte hoy a andar errando con nosotros, cuando voy a la ventura? Vuélvete y haz que tus hermanos se vuelvan contigo; y que el Señor (יהוה) tenga contigo amor y fidelidad.»
21 Itai respondió al rey: «¡Por vida del Señor (יהוה) y por tu vida, rey mi señor, que donde el rey mi señor esté, para muerte o para vida, allí estará tu siervo!»
22 Entonces David dijo a Itai: «Anda y pasa.» Pasó Itai de Gat con todos sus hombres y la gente que lo acompañaba.
23 Iban todos llorando con gran llanto. El rey se detuvo en el torrente de Cedrón y toda la gente pasaba ante él por el camino del desierto.
24 Iban también con él Sadoc y todos los levitas, llevando el arca de la alianza de Dios. Se detuvieron con el arca de Dios junto a Abiatar hasta que todo el pueblo acabó de salir de la ciudad.
25 Dijo el rey a Sadoc: «Haz volver el arca de Dios a la ciudad. Si he hallado gracia a los ojos del Señor (יהוה), me hará volver y me permitirá ver el arca y su morada.
26 Y si él dice: “No me has agradado”, que me haga lo que mejor le parezca.»
27 Dijo el rey al sacerdote Sadoc: «Mira, tú y Abiatar regresen en paz a la ciudad, con sus dos hijos, Ahimaas, tu hijo, y Jonatán, hijo de Abiatar.
28 Mirad, yo me detendré en las llanuras del desierto, hasta que me llegue una palabra de ustedes que me dé noticias.»
29 Sadoc y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí.
30 David subía la cuesta de los Olivos, subía llorando con la cabeza cubierta y los pies desnudos; y toda la gente que estaba con él había cubierto su cabeza y subía la cuesta llorando.
31 Notificaron entonces a David: «Ahitofel está entre los conspirados con Absalón», y David dijo: «¡Vuelve necios, Señor (יהוה), los consejos de Ahitofel!» 32 Cuando David llegó a la cima donde se postran ante Dios, le salió al encuentro Husai el arquita, amigo de David, con la túnica desgarrada y cubierta de polvo su cabeza.
33 David le dijo: «Si vienes conmigo, me serás una carga.


















































































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