Page 58 - Biblia el Unico Dios
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2 Dios asistió a José, que llegó a ser un hombre próspero, mientras estaba en casa de su señor egipcio.
3 Su amo se dio cuenta de que Dios estaba con José, y que por eso a José le iba bien en todo.
4 José ganó su favor y entró a su servicio, y su señor le puso al frente de su casa y todo cuanto tenía se lo confió.
5 Desde entonces le encargó de toda su casa y de todo lo que tenía, y Dios bendijo la casa del egipcio en atención a José, extendiéndose la bendición de Dios a todo cuanto tenía en casa y en el campo.
6 El mismo dejó todo lo suyo en manos de José y, con él, ya no se ocupó personalmente de nada más que del pan que comía. José era de hermoso semblante y de buena presencia.
7 Tiempo más tarde sucedió que la mujer de su señor puso sus ojos en José y le dijo: «Acuéstate conmigo.»
8 Pero él rehusó y dijo a la mujer de su señor: «He aquí que mi señor no me controla nada de lo que hay en su casa, y todo cuanto tiene me lo ha confiado.
9 ¿No es él mayor que yo en esta casa? Y sin embargo, no me ha reservado absolutamente nada más que a ti misma, por cuanto eres su mujer. ¿Cómo entonces voy a hacer este mal tan grande, pecando contra Dios?»
10 Ella insistía en hablar a José día tras día, pero él no accedió a acostarse y estar con ella.
11 Hasta que cierto día entró él en la casa para hacer su trabajo y coincidió que no había ninguno de casa allí dentro.
12 Entonces ella le asió de la ropa diciéndole: «Acuéstate conmigo.» Pero él, dejándole su ropa en la mano, salió huyendo afuera.
13 Entonces ella, al ver que había dejado la ropa en su mano, huyó también afuera y gritó a los de su casa diciéndoles:
14 - «¡Miren! Nos ha traído un hebreo para que se burle de nosotros. Ha venido a mí para acostarse conmigo, pero yo he gritado,
15 y al oírme levantar la voz y gritar, ha dejado su vestido a mi lado y ha salido huyendo afuera.»
16 Ella depositó junto a sí el vestido de él, hasta que vino su señor a casa,
17 y le repitió esto mismo: «Ha entrado a mí ese siervo hebreo que tú nos trajiste, para abusar de mí;
18 pero yo he levantado la voz y he gritado, y entonces ha dejado él su ropa junto a mí y ha huido afuera.»
19 Al oír su señor las palabras que acababa de decirle su mujer: - «Esto ha hecho conmigo tu siervo» - se encendió su ira.
20 Y el señor de José le prendió y le puso en la cárcel, en el sitio donde estaban los detenidos del rey. Allí se quedó en prisión.
21 Pero Dios estaba con José y le cubrió con su misericordia, haciendo que se ganase el favor del carcelero.